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El presente trabajo es el trabajo final de investigación del Grado en Ingeniería de Edificación, llamado Proyecto Final de Grado. Ha sido elaborado dentro de las actividades programadas en el plan de estudios de 2004, englobado dentro del tratado de Bolonia, llevado a cabo por la UPC (Universidad Politécnica de Cataluña) y cursado en la EPSEB (Escuela Politécnica Superior de Edificación de Barcelona). Dicho proyecto está constituido por 24 créditos, el cual se realiza una vez cursados 216 créditos de los 240 créditos ECTS que forman los estudios. Cada crédito ECTS tiene una equivalencia a 25 horas de trabajo por parte de los estudiantes, generando un total de 6000 horas de trabajo en total, divididas en créditos obligatorios, troncales, optativos y el proyecto final de grado. Una vez finalizados los créditos obligatorios, optativos, y troncales, nos encontramos con la necesidad de realizar el proyecto final de grado, para finalizar los estudios. Para llevarlo a cabo, el primer paso es buscar un tema a estudiar, un profesor tutor que aceptará dirigirlo y entregar una instancia administrativa a la escuela (EPSEB) que nos permitiera matricular dicho proyecto. Una vez marcados los objetivos, definida por la rama en la que se está interesado, todo estudiante empieza su particular búsqueda llamando a la puerta de los profesores que pueden ser interesantes para confeccionar el proyecto. En nuestro caso dicho camino fue un poco atípico, ya que nosotros teníamos claro que queríamos trabajar en un proyecto que tocara temas de Patrimonio, y encontramos una oferta del departamento de Expresión Gráfica, proponía el levantamiento y estudio de 15 edificios de estilo modernista en la Ciudad de Melilla, buscaba 4 alumnos con experiencia y conocimientos de dibujo asistido por ordenador, levantamientos de elementos constructivos y cierta soltura para el trabajo en equipo, en dicha oferta requería el currículo, y grupos de dos personas, ya que se realizaba una fase de selección y el trabajo se realizaría en grupos de dos. Por motivos académicos y normativos, ya que el proyecto se debe realizar dentro del nuevo Espacio Europeo de Educación, la confección del proyecto final debe realizarse de forma individual, aunque excepcionalmente se nos permitía entregar en parejas, debido a la gran extensión del trabajo a realizar y la complejidad del mismo, otra de las necesidades que nos requerían para la ejecución de este documento fue la presentación parcial de parte del proyecto en una tercera lengua, la cual decidimos que fuera el inglés. Una vez finalizada la fase de selección, recibimos la noticia de ser las parejas seleccionadas. Fuimos convocados los cuatro componentes, Judit y Cristina y Patricia y Alejandro, a una reunión para presentarnos y hacer una pequeña entrevista con los tutores Benet Meca y Luis Gueilburt. En dicha entrevista se nos preguntó sobre nuestra experiencia e intereses, Judit se mostró muy interesada en el arte y el diseño, Cristina por dibujo y el trabajo a pie de obra, Patricia denoto su interés por abrirse nuevos caminos dentro de la profesión y Alejandro comento su interés por la arquitectura y el diseño, habiendo cursado todos estudios de formación profesional relacionados con el sector de la construcción y habiendo ejercido previamente en despachos de diseño y a pie de obra. Benet y Luis nos introdujeron en la trayectoria del proyecto, este surge del convenio establecido entre la Fundación Melilla Ciudad Monumental y la Universidad Politécnica de Cataluña, siendo el nuestro el séptimo año consecutivo en que se realizaba este trabajo. Este hecho, nos aportaba grandes ventajas y desventajas simultáneamente, por un lado gozábamos de tutores experimentados que nos podían dar apoyo y ejemplos de otros años, pero por otro lado pudimos denotar que las ediciones anteriores eran de gran calidad, y sorprender a los lectores de este proyecto sería más complejo que en ediciones anteriores, debido entre muchas cosas a que ya se han estudiado más de 90 edificios y los más ricos a nivel de patrimonio ya habían sido estudiados. Para situarnos en la historia de este proyecto tenemos que remontarnos al primero de todos, este se realizó en el año 2005, siete años atrás, con la intención de realizar los planos de las fachadas que componen el “Catálogo de Arquitectura de Melilla”. A finales del año 2011, se contaba ya con seis volúmenes que contienen la labor de los correspondientes seis grupos de estudiantes en esta dirección. La Fundación Melilla Ciudad Monumental tiene como objetivo, además de la difusión de sus riquezas culturales, la obtención del reconocimiento por parte de la UNESCO de El Modernismo en Melilla como Patrimonio de la Humanidad. La fundación recurre a la UPC para recibir dicho apoyo, ya que el centro de difusión mundial de esta tendencia dentro de la edificación es Cataluña Si bien este no apareció en Melilla como una evolución estilística a partir del eclecticismo o del historicismo, sino que su aparición se debió a una exportación de formas de la arquitectura de la época de Barcelona, principalmente a manos del arquitecto catalán Enrique Nieto, que tras finalizar sus estudios en la Escuela de Barcelona, emigró a Melilla en 1909. El inicio del modernismo en Melilla, coincide con una época de euforia económica y crecimiento demográfico, debido a que muchos españoles de clases sociales adineradas emigran a Melilla con la intención de volcar su capital hacia el comercio con el Protectorado Marroquí, estas clases burguesas, son en gran parte, las responsables del triunfo y proliferación de este estilo arquitectónico.

El presente trabajo es el trabajo final de investigación del Grado en Ingeniería de Edificación, llamado Proyecto Final de Grado. Ha sido elaborado dentro de las actividades programadas en el plan de estudios de 2004, englobado dentro del tratado de Bolonia, llevado a cabo por la UPC (Universidad Politécnica de Cataluña) y cursado en la EPSEB (Escuela Politécnica Superior de Edificación de Barcelona). Dicho proyecto está constituido por 24 créditos, el cual se realiza una vez cursados 216 créditos de los 240 créditos ECTS que forman los estudios. Cada crédito ECTS tiene una equivalencia a 25 horas de trabajo por parte de los estudiantes, generando un total de 6000 horas de trabajo en total, divididas en créditos obligatorios, troncales, optativos y el proyecto final de grado. Una vez finalizados los créditos obligatorios, optativos, y troncales, nos encontramos con la necesidad de realizar el proyecto final de grado, para finalizar los estudios. Para llevarlo a cabo, el primer paso es buscar un tema a estudiar, un profesor tutor que aceptará dirigirlo y entregar una instancia administrativa a la escuela (EPSEB) que nos permitiera matricular dicho proyecto. Una vez marcados los objetivos, definida por la rama en la que se está interesado, todo estudiante empieza su particular búsqueda llamando a la puerta de los profesores que pueden ser interesantes para confeccionar el proyecto. En nuestro caso dicho camino fue un poco atípico, ya que nosotros teníamos claro que queríamos trabajar en un proyecto que tocara temas de Patrimonio, y encontramos una oferta del departamento de Expresión Gráfica, proponía el levantamiento y estudio de 15 edificios de estilo modernista en la Ciudad de Melilla, buscaba 4 alumnos con experiencia y conocimientos de dibujo asistido por ordenador, levantamientos de elementos constructivos y cierta soltura para el trabajo en equipo, en dicha oferta requería el currículo, y grupos de dos personas, ya que se realizaba una fase de selección y el trabajo se realizaría en grupos de dos. Por motivos académicos y normativos, ya que el proyecto se debe realizar dentro del nuevo Espacio Europeo de Educación, la confección del proyecto final debe realizarse de forma individual, aunque excepcionalmente se nos permitía entregar en parejas, debido a la gran extensión del trabajo a realizar y la complejidad del mismo, otra de las necesidades que nos requerían para la ejecución de este documento fue la presentación parcial de parte del proyecto en una tercera lengua, la cual decidimos que fuera el inglés. Una vez finalizada la fase de selección, recibimos la noticia de ser las parejas seleccionadas. Fuimos convocados los cuatro componentes, Judit y Cristina y Patricia y Alejandro, a una reunión para presentarnos y hacer una pequeña entrevista con los tutores Benet Meca y Luis Gueilburt. En dicha entrevista se nos preguntó sobre nuestra experiencia e intereses, Judit se mostró muy interesada en el arte y el diseño, Cristina por dibujo y el trabajo a pie de obra, Patricia denoto su interés por abrirse nuevos caminos dentro de la profesión y Alejandro comento su interés por la arquitectura y el diseño, habiendo cursado todos estudios de formación profesional relacionados con el sector de la construcción y habiendo ejercido previamente en despachos de diseño y a pie de obra. Benet y Luis nos introdujeron en la trayectoria del proyecto, este surge del convenio establecido entre la Fundación Melilla Ciudad Monumental y la Universidad Politécnica de Cataluña, siendo el nuestro el séptimo año consecutivo en que se realizaba este trabajo. Este hecho, nos aportaba grandes ventajas y desventajas simultáneamente, por un lado gozábamos de tutores experimentados que nos podían dar apoyo y ejemplos de otros años, pero por otro lado pudimos denotar que las ediciones anteriores eran de gran calidad, y sorprender a los lectores de este proyecto sería más complejo que en ediciones anteriores, debido entre muchas cosas a que ya se han estudiado más de 90 edificios y los más ricos a nivel de patrimonio ya habían sido estudiados. Para situarnos en la historia de este proyecto tenemos que remontarnos al primero de todos, este se realizó en el año 2005, siete años atrás, con la intención de realizar los planos de las fachadas que componen el “Catálogo de Arquitectura de Melilla”. A finales del año 2011, se contaba ya con seis volúmenes que contienen la labor de los correspondientes seis grupos de estudiantes en esta dirección. La Fundación Melilla Ciudad Monumental tiene como objetivo, además de la difusión de sus riquezas culturales, la obtención del reconocimiento por parte de la UNESCO de El Modernismo en Melilla como Patrimonio de la Humanidad. La fundación recurre a la UPC para recibir dicho apoyo, ya que el centro de difusión mundial de esta tendencia dentro de la edificación es Cataluña Si bien este no apareció en Melilla como una evolución estilística a partir del eclecticismo o del historicismo, sino que su aparición se debió a una exportación de formas de la arquitectura de la época de Barcelona, principalmente a manos del arquitecto catalán Enrique Nieto, que tras finalizar sus estudios en la Escuela de Barcelona, emigró a Melilla en 1909. El inicio del modernismo en Melilla, coincide con una época de euforia económica y crecimiento demográfico, debido a que muchos españoles de clases sociales adineradas emigran a Melilla con la intención de volcar su capital hacia el comercio con el Protectorado Marroquí, estas clases burguesas, son en gran parte, las responsables del triunfo y proliferación de este estilo arquitectónico.