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Mediante este ensayo, se discute y se destaca la manera en que la comida ha influenciado la cultura, la sociedad y la política a lo largo de la historia hispánica y cómo la comida ha existido como un arma de poder y una herramienta de control por parte de la clase hegemónica del pasado y hoy en día, al enfocarse en cuatro períodos generales: el mundo prehispánico, la Edad Media, el Renaciminto y el colonialismo y la época contemporánea. Primero, se establecen los contextos de la comida tanto en el mundo prehispánico como en la España antigua hasta la Reconquista, para demostrar las raíces de la estrecha relación entre la comida y la cultura en los contextos andinos y mesoamericanos además de los contextos romanos, árabes y católicos. Enseguida, se analiza el Renacimiento, especialmente el renacimiento oscuro de Walter Mignolo y la formación de la Otredad teorizada por Edward Said que ocurrían en España durante la colonización en América, y los efectos del intercambio colombino en la estratificación social. Aquí se observa claramente el choque cultural desde la comida y cómo manipularla o quitarla era una manera de destruir y oprimir a la gente indígena que Europa se proponía vencer. Finalmente, se discute cómo los patrones del pasado continúan hoy en día mediante la idea de la colonialidad de Aníbal Quijano y se plantea la interconexión de problemas mundiales y asuntos trasnacionales neoliberales. A lo largo de la historia hispánica, los desarrollos respeto a las culturas y civilizaciones demuestran una coevolución de la comida con la humanidad, además de un cíclo de opresión y resistencia a través de la cocina. Considerando estas realidades, se encuentra frente al dilema del omnívoro propuesta por Michael Pollan y la pregunta central: “¿Qué se debe comer?”

En este trabajo caracterizamos la dinámica de las sociedades capitalistas contemporáneas como el resultado de un proceso de coevolución entre cinco subsistemas estructuralmente distintos: el ámbito de lo personal, el mercado, el Estado, la sociedad civil y la naturaleza. Representamos varios de estos subsistemas como sistemas evolutivos en sí mismos, y planteamos la existencia de mecanismos específicos de coevolución entre ellos. Esto nos permite caracterizar los procesos de cambio en las sociedades capitalistas como propiedades emergentes de un sistema complejo en coevolución. Nuestro análisis revela que la coevolución desacompasada entre dos o más subsistemas puede generar problemas de coordinación global. Concretamente, la crisis económica actual podría interpretarse como un fenómeno resultante de la coevolución no armoniosa entre algunos de los subsistemas mencionados.