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Background: People hospitalized for suicide attempt (SA) have a high risk of repeating and committing suicide during the first months after discharge. The aim of this study is to compare the usual treatment (TAU) with a TAU supplemented with a telephone follow-up programme (TAU + T). Method: multicentre, open-trial, ex post facto prepost prospective study that compared two samples of 90 (TAU) and 101 (TAU + T) people admitted in 2018-2019 for attempted suicide in two psychiatry units after one-year follow-up. Repeated SAs were analysed. Results: A total of 31.4% (n=60) of the sample attempted suicide at least once during follow-up, with no differences between the units. A total of 32.5% (n=62) were readmitted during the following year, 15.6% of those readmissions were due to new suicide attempts. In TAU, the highest proportion of reattempts was among those diagnosed with personality disorders (77.8%) vs. other diagnoses (28.4%). In TAU + T, the highest proportion was found among those with previous SAs (50%) vs. those admitted for the first SA (4.4%). Conclusions: people admitted to psychiatric units for a first SA seem to benefit from TAU + T as it was associated with a lower recurrence of SA after discharge. [ABSTRACT FROM AUTHOR]

En los últimos meses, el virus SARS-CoV-2 ha generado una crisis global que atañe a todos los ámbitos de la vida. La enorme velocidad de propagación y el elevado número de contagios entre los profesionales de la salud han requerido aumentar la disponibilidad de personal sanitario. En respuesta, numerosos países han propuesto la posibilidad de que estudiantes de medicina y recién graduados sean contratados para realizar diversos trabajos que alivien estas carencias. En España, la declaración del Estado de Alarma inició la regulación legal para que esta posibilidad fuese llevada a cabo, lo que ha permitido contratar a estudiantes y médicos pre-MIR en diversos territorios. Dentro de este marco, se describe la experiencia llevada a cabo en la Gerencia de Atención Integrada de Almansa (Albacete), con la creación de un equipo integrado por dos graduados en medicina a la espera de escoger plaza MIR y una especialista de oftalmología. En el período comprendido entre el 27 de marzo y el 21 de abril de 2020, se ha realizado seguimiento clínico vía telefónica de 274 pacientes dados de alta con diagnóstico o sospecha de COVID-19, 790 llamadas y 26 derivaciones al servicio de Urgencias. El seguimiento telefónico supone una tarea que, aunque cuenta con limitaciones, puede ser desempeñada por médicos con menor experiencia laboral. Su papel ha sido clave en estos momentos, pues disminuye la congestión de los servicios hospitalarios y permite el adecuado control epidemiológico de los casos y sus contactos. Esta experiencia ha puesto de manifiesto otros puntos que atañen a la incertidumbre en tiempos cambiantes, las necesidades psicológicas de acompañamiento o el refuerzo de valores. Elementos como la telemedicina, el valor de la atención primaria, o la consideración de los estudiantes en la asistencia sanitaria deberán tenerse en cuenta por los planes de estudio de ahora en adelante.