El objetivo del presente artículo es analizar algunas de las prácticas corporativas que se realizaban en el Colegio de San Juan de Letrán de la Ciudad de México entre 1770 y 1833, con el fin de mostrar de qué manera lograba obtener recursos de carácter secundario para su subsistencia. Las prácticas en las que nos enfocaremos son: la renta de niños para los entierros, la tabla de carne, la renta de lavaderos y la lotería. Se trataba de prácticas que daban sentido a una sociedad estamental, jerárquica y corporativa, pero también que sostenían una economía con un sentido más de tipo moral, donde lo más importante era la familia, la corporación; en una palabra, se trataba de una oeconomia.