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La Cuenca de Pamplona es un eslabón de la cadena de depresiones que jalonan la vertiente meridional de los Pirineos y Montañas Cantábricas. Desde muy antiguo, estas cuencas y depresiones —que son la salida natural de los valles transversales montañeses y una excelente vía de tránsito longitudinal— constituyeron un seguro asentamiento del hombre, cristalizando en ricos enclaves agrícolas en medio de una zona de montañas por lo general ásperas y poco propicias a la colonización agraria estable.

El reino de Navarra conquistado e incorporado a Castilla (1512-1515) no invocaba a un patrón celestial común, y sus ciudades y pueblos vivían cómodas con sus santos particulares. Elaborar una identidad comunitaria en este punto —lo mismo que acerca del primer poblador, o sobre el primer rey— que, además, distinguiera al reino de los navarros entre los miembros primogénitos de la Monarquía de España, necesitó un largo proceso de decantación y polémicas. Se sucedieron y combinaron alternativas diversas: un mártir bien documentado de la primitiva Galia (Saturnino), su misterioso primer discípulo pamplonés (Fermín), y un navarro canonizado en 1622 (Francisco de Javier). Al final, en 1657, se llegó a un consenso forjado entre la ciudad capital y las instituciones del reino, que ha resultado más identitario, y duradero, que Túbal como patriarca o que García Jiménez como primer rey.

The use of the past with a present mind is common purpose, and as show the case of the conquest of Navarre from 1512, has generated controversy regarding the identity of Navarre. From the division between nationalism in the twentieth century, this article discusses some reflections made on the first and second centenaries of this events, showing two positions: "navarrista" and those who asks annexation to France, as distant background in the use of the past with present purposes.

La incorporación de Navarra a la Monarquía española se planteó inicialmente como resultado de una conquista. Sin embargo, ante la debilidad de los argumentos canónicos, acabó por imponerse otra explicación, más compleja y satisfactoria tanto para el rey como para el reino, en torno al concepto de «restauración». Estre proceso, entre 1512 y 1645, llevó a la definición de un estatus peculiar de este reino y de sus habitantes. Los navarros se integraron estrechamente en la Monarquía como «castellanos», pero conservando sus leyes e instituciones. Entre la unión «principal» y la unión «accesoria» cabían situaciones intermedias, que favorecían la integración supranacional sin anular los particularismos.

RESUMEN: En 1592 se producen en Pamplona dos incidentes que revelan las tensiones subyacentes. Es posible relacionarlos con otras expresiones de resistencia política y de inquietud nacional de finales del reinado de Felipe II en Portugal, Ñapóles, Cataluña y, particularmente, Aragón. Se estudia, en un contexto más amplio, la visita del rey a Navarra en 1592 y las cortes de Pamplona (1589-1590) y de Tudela (1593). Si en este reino no estalló una revuelta como la de Aragón, entre otras causas, fue por el éxito con que la Monarquía de Felipe II afrontó la «incorporación» del reino conquistado en 1512.ABSTRACT: In 1592 two incidents ocurred in Pamplona revealing the underlying tensions. It is possible to link them with other expressions of political resistance and national unrest at the end of the Philip II reign, in Portugal, Naples, Catalonia and especially in Aragon. The article explores, in a wider context, the visit to Navarre (1592) by the king and Pamplona (1589-1590) and Tudela courts (1593). If in this Kingdom a rebellion like the one which affected Aragon did not occurr, it was due to, among other reasons, to Philip II successful annexation of the conquered realm in 1512.