Los sujetos involucrados en la diplomacia sanitaria internacional (GHD: Global Health Diplomacy) han ido en aumento. A los actores tradicionales como los Estados u organizaciones internacionales, se han sumado instituciones bancarias, la sociedad civil, industrias privadas, instituciones filantrópicas, académicas, e incluso asociaciones profesionales (Kickbusch, 2021, p. 96). Entidades ajenas hasta el momento a dicha diplomacia comenzaron a emerger en las últimas décadas. Un ejemplo de ello son los grupos de diásporas chinas de América Latina, que ante los brotes de COVID-19, organizaron donaciones de material de protección personal en sus comunidades (Urdinez, 2021, p. 41). La emergencia de actores no tradicionales en la diplomacia sanitaria es uno de los cambios más perceptibles de las últimas décadas. Si bien cada vez más actores de diversas afiliaciones institucionales se suman a este tipo de diplomacia, en el presente artículo nos concentraremos en una clasificación más directa de estos sujetos, centrándonos en su posición en la cadena de la diplomacia sanitaria. Se puede hacer una división entre aquellos actores que brindan asistencia y aquellos que la reciben. Es decir, que si queremos conceptualizar a la diplomacia sanitaria como una cadena directa, encontramos de un lado aquellos actores que dan y en el otro aquellos que reciben (donors and recipients). Podemos suponer que los actores más ricos son los protagonistas de dicha diplomacia. Sin embargo, son cada vez más los países de ingresos medios que se abren paso como contribuyentes. En el contexto de la pandemia actual, varias vacunas contra el COVID-19 han surgido en estos países. Ejemplo de ello son las desarrolladas en India como COVISHIELD, COVAXIN y NVX-CoV2373/Covovax, y las de China: SinoPharm y Sinovac (World Health Organization WHO, 2022). Ante mayor participación de países de ingresos medios con economías emergentes (como la China), es que nos interesa el análisis de la diplomacia sanitaria de estos en el contexto de la pandemia actual. A su vez, mantendremos una observación sincrética sobre su diplomacia sanitaria. Si bien dicha diplomacia posee diversos ejes que pueden analizarse, nos detendremos en un análisis directo clasificando a los sujetos entre aquellos que brindan asistencia y los que la reciben. Nuestro objetivo es comprender si los contextos de crisis sanitarias, como la provocada el COVID-19 hacia principios del 2020 en China y en los meses venideros en diversos países, pueden provocar fluctuaciones entre las caracterizaciones de donantes o recibidores de los actores involucrados en la diplomacia sanitaria global., Instituto de Relaciones Internacionales