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En este artículo examino la psicología como una forma de práctica educacional a través de explorar la experiencia de los estudiantes, los mundos de la investigación y enseñanza psicológica, el surgimiento de movimientos críticos alternativos y el papel que juega la psicología en las prácticas coercitivas de gestión. Se trata de una oportunidad de reflexión crítica sobre el verdadero modus operandi de la psicología en sucarácter de disciplina académica, qué enseña en la instrucción superior y cómo lucen las comunidades de investigación alrededor del globo, y qué crisis institucionales provoca esta ciencia.

Este manifiesto es para movimientos de liberación por un mundo mejor. Trata sobre la interrelación entre la realidad opresiva de la vida actual y nuestras vidas ‘internas’, nuestra psicología. El psicoanálisis capta esa íntima interconexión entre esta realidad y lo que se siente en lo profundo de cada uno/a de nosotros/as. Debemos comprender la naturaleza de esa interconexión para construir una alternativa práctica al capitalismo, el sexismo y el racismo. Nuestra tarea es reconstruir el psicoanálisis como una forma auténtica de ‘psicología crítica’. Analizamos el papel del inconsciente, la repetición, la pulsión y la transferencia en el análisis clínico y político para abordar cuestiones de transformación subjetiva.

Este artigo argumenta que Freud não aceitou a esfera da “psicologia” como algo dado, que poderia ser conhecido objetivamente. Tampouco ele a via como algo unitário que seria sempre o mesmo e em qualquer pessoa. Ao invés disso, ofereceu ideias valiosas sobre a natureza humana da miséria enquanto algo histórico, sobre o processo dialético através do qual podemos entender a miséria como algo condensado em sintomas, e sobre a relação entre compreensão e libertação. Nós argumentamos que a psicanálise precisa ser recriada por nós enquanto uma ferramenta de trabalho radical sobre a subjetividade para derrubar as condições existentes. Argumentamos em favor de uma compreensão dialética da psicanálise como uma ferramenta e um resultado; essa ferramenta é o resultado das elaborações teóricas de Freud e seus seguidores, que nos permitiram usá-la para um trabalho radical na clínica e em movimentos de libertação. Ela torna possível uma “subjetividade revolucionária”, um “sujeito revolucionário”.

This paper briefly describes the formation, present-day functioning and problems facing the futuristic city ‘Auroville’ in the state of Tamil Nadu in south India. Founded in 1968 as a ‘universal’ city, and planned to have 50,000 inhabitants that would take the next step in human evolution to exist as a self-sustaining community independent of nation states, Auroville manifests another utopian attempt to create a ‘common’ space which resonates with communist hopes to reclaim the commons from capitalist enclosure. This paper explores the problems that face Auroville when it creates its ‘commons’ on existing peasant land and becomes implicated in colonial politics.

En este artículo se analiza a Podemos desde la noción de “acontecimiento” teorizada por Alain Badiou y sobre la base de dos cuestiones que se relacionan con Podemos como fenómeno anti-político. En primer lugar, en lo relativo a la relación entre discurso académico y acontecimientos políticos, llegando a la conclusión de que tanto Badiou como el grupo de la Complutense que rodea a Iglesias intervinieron con éxito sobre el mundo real, desde la Universidad, desde un marco académico. La segunda cuestión tiene que ver con el modo en que nos relacionamos con acontecimientos que aun no han ocurrido. Parker concluye que el futuro de Podemos está íntimamente ligado a lo que pueda ocurrir en Grecia tras la victoria de Syriza. En este artículo se describe el impacto positivo que ha tenido Podemos para el “Left Unity” en Manchester y se aboga por un compromiso con ambas formaciones más allá de lo puramente académico. Podemos y Syriza son posibles acontecimientos cuyo carácter está aún por determinar, y cuyas implicaciones traspasan incluso las fronteras de Europa.

Algunas de las especulaciones acerca de la relación entre tecnología y la naturaleza humana que se encuentran en los escritos de Ciencia Ficción del último medio siglo han pasado a formar parte del lenguaje y la cotidianidad de los sujetos post-industriales. Los futuros que se dibujan en los textos de Ciencia Ficción ayudan a entender en qué nos hemos convertido. Las nuevas formas de experiencia, las relaciones sociales y las formas de subjetividad que se hallan en la Ciencia Ficción pueden considerarse como recursos legítimos para el examen del presente. Y, en la medida que el pasado se reproduce a partir de nuevos sistemas dominantes de significados, lo que entendemos como realidad a partir de la tecnología y la naturaleza empieza a desaparecer. A menudo se llega a esta situación cuando no se sabe qué realidad es la correcta entre la miríada de realidades alternativas. Este artículo explora el modo en que el discurso psicoanalítico, tan enraizado en la cultura popular, encuentra en la psicología uno de sus máximos exponentes para fomentar subjetividades en armonía con la sociedad contemporánea.

O encontro intelectual entre três escritores simpáticos, em algum nível, ao trabalho de Lacan foi reunido no livro Contingência, Hegemonia, Universalidade (Butler, Laclau e Zizek, 2000a). Esses três autores são bem conhecidos em um conjunto difuso de campos que vão dos "estudos culturais" (cultural studies) à teoria literária e à teoria política. Como o subtítulo do livro indica - "Diálogos Contemporâneos da Esquerda" - eles também possuem alguma afinidade com o marxismo, "pós-marxismo" e política feminista. Uma questão que este debate entre três pensadores da teoria social lacaniana freqüentemente recoloca diz respeito à possibilidade de articular a teoria lacaniana com a política radical. No presente artigo discute-se se há implicações clínicas para esta leitura proposta pela esquerda Lacaniana, na qual os três autores estão engajados. Tomando como ponto de confluência o livro acima, o objetivo trabalho é mostrar como a prática política e a prática clínica encontram certos pontos de congruência em torno de temas como a negatividade, a sexualidade e a subversão do sujeito.An intellectual encounter between three writers sympathetic to some degree with Lacan's work has been recorded in the book Contingency, Hegemony, Universality (Butler, Laclau and ·i·ek, 2000a). These three writers are well known in the overlapping collection of fuzzy sets "cultural studies", "literary theory" and "political theory", and, as the subtitle of the book "Contemporary Dialogues on the Left" indicates, they also have some sympathy with Marxist, "post-marxist" or feminist politics. One question that the debate between the three often returns to is whether it is possible to articulate Lacanian theory with radical politics. However, another question that is embedded in the encounter but which is only obliquely addressed is whether there are clinical implications for the kind of leftist readings of Lacan that these three writers engage in. I focus on that question in this paper.

Manchester’s ‘northern quarter’, an area targeted for regeneration – cheap hostels, clubs, old textile businesses and new cafe bars – was, on the Tuesday evening, rapidly shutting up shop. There had been rumours from late afternoon that Salford about a mile away had seen trouble, and restaurant owners round here were taking no chances. We took refuge in a Lebanese place off Oldham Street while the kids set off on their bikes to see what was happening a block or two south and reported back from time to time on events in Piccadilly gardens. An occasional flash of blue light, people sprinting from one alleyway to the other, stories of stones thrown, and all this in a growing atmosphere of tense, expectant, unusual silence. The trams and bus system closed down by mid-evening, music venues were told by the authorities to stop early, so by now there was a different mix; city centre workers and customers were moving out, anxious about how to get home, some locals were working their way down to the centre to see what was what, and small huddles of youth hung around the corners with nowhere to go. Everyone looked suspicious, looking suspiciously at each other, made objects of suspicion, and already separation was at work, division of each from the other, and no place in this for solidarity, just disorganisation and uncertainty about what would happen next.

El “barrio norte” de Manchester, una zona objetivo de rehabilitación –hoteles baratos, clubs, viejos negocios textiles y modernos cafés– se convirtió aquel martes por la tarde en una tienda que cerraba sus puertas apresuradamente. A última hora de la tarde circulaban rumores de que en Salford, a escasa distancia de allí, se había armado. Los dueños de los restaurantes no estaban para correr ningún riesgo. Nos refugiamos en un libanés de una bocacalle de Oldham Street mientras los niños marchaban en bici a echar un vistazo un par de edificios hacia el sur; venían de tanto en cuando a dar el parte sobre los acontecimientos, del parque de Piccadilly. Podíamos ver algún que otro destello azul, personas que pasaban corriendo de un callejón a otro, relatos de piedras lanzadas; todo transcurría en medio de un silencio cada vez más tenso, expectante, inusual. Los tranvías y autobuses habían dejado de funcionar a media tarde, las autoridades pidieron que los locales de conciertos cerraran pronto, de modo que a esas horas el ambiente era distinto a otros días. Los trabajadores y clientes del centro de la ciudad empezaban a marcharse, inquietos por cómo volver a sus casas, algunos bajaban al centro para ver qué pasaba, y pequeños grupos de jóvenes permanecían en las esquinas sin lugar al que ir. Todos parecían sospechosos, todos se miraban, todos se habían convertido en objeto de sospecha; se iniciaba el proceso de separación, de división entre unos y otros, que no dejaba espacio a la solidaridad; un escenario de desorganización e incertidumbre sobre lo estaba por venirManchester’s ‘northern quarter’, an area targeted for regeneration – cheap hostels, clubs, old textile businesses and new cafe bars – was, on the Tuesday evening, rapidly shutting up shop. There had been rumours from late afternoon that Salford about a mile away had seen trouble, and restaurant owners round here were taking no chances. We took refuge in a Lebanese place off Oldham Street while the kids set off on their bikes to see what was happening a block or two south and reported back from time to time on events in Piccadilly gardens. An occasional flash of blue light, people sprinting from one alleyway to the other, stories of stones thrown, and all this in a growing atmosphere of tense, expectant, unusual silence. The trams and bus system closed down by mid-evening, music venues were told by the authorities to stop early, so by now there was a different mix; city centre workers and customers were moving out, anxious about how to get home, some locals were working their way down to the centre to see what was what, and small huddles of youth hung around the corners with nowhere to go. Everyone looked suspicious, looking suspiciously at each other, made objects of suspicion, and already separation was at work, division of each from the other, and no place in this for solidarity, just disorganisation and uncertainty about what would happen next.