This paper aims to analyze the relevance of applying the notion of extreme cultural landscape to Tierradel Fuego, as a complementary category to those defined by Unesco. It states that in Chile there are anumber of territories at the margins –in the end, along the border– that have been built as landscapes,specifics and concretes, where the exploitation of natural resources has proved profitable and thebuilding of human settlements as been allowed. This is the case of Tierra del Fuego, considered as alandscape and as a resource, according to Gregotti and Sola-Morales, that has been formed by ahuman process on the geographical support of Tierra del Fuego, and owes its existence to a processthat transformed this territory into a product, placed south of the ice fields, southeast of the Strait ofMagellan, in the confines of America, between south latitudes 52 and 55 degrees. On the other hand,reading the area in terms of palimpsest, according to Corboz, brings out several layers to form theextreme landscapes in Tierra del Fuego, considering some key issues including: the nomination ofMagellan as extreme and special area by Cideze; the geographical context of Tierra del Fuego, as theexceptional finish of Patagonia and the gateway to Antarctica; the important collection of narratives andmaps bequeathed by European explorers who recognized it; the rich cultural legacy of the aboriginalsélknam; and the human settlements, which emerged at the late nineteenth century, setting somerecognizable and typical landscapes. In this way, we argued that the extreme cultural landscapes inTierra del Fuego have been formed in the manner of overlapping layers, like a palimpsest, in aconstruction that transcends the physical territory, to settle in the Western cultural fantasy as animaginary of that remote boundary. El presente paper tiene por objetivo analizar la pertinencia de aplicar la noción de paisaje culturalextremo a la Tierra del Fuego, como categoría complementaria a las definidas por Unesco. Se afirmaque en Chile existen una serie de territorios situados en los márgenes –en los extremos, en losconfines– que han sido construidos como paisajes, específicos y concretos, cuando la explotación delos recursos naturales ha resultado rentable y la construcción de asentamientos humanos ha permitidohabitarlos. Es el caso de la Tierra del Fuego, considerada como paisaje y como recurso, de acuerdocon Gregotti y Solá-Morales, que ha sido formado por un proceso humano sobre el soporte geográficode Tierra del Fuego, y debe su existencia a un proceso que transformó en un producto a este territorio,situado al sur de los campos de hielo, al sureste del Estrecho de Magallanes, en los confines deAmérica, entre los paralelos 52 y 55 grados de latitud sur. Por otra parte, la lectura del territorio entérminos de palimpsesto, de acuerdo con Corboz, hace aflorar diversos estratos para la formación delos paisajes extremos en Tierra del Fuego, considerando algunos temas clave como son: lanominación de Magallanes como zona extrema y especial por parte de Cideze; el contexto geográficode Tierra del Fuego, como remate excepcional de la Patagonia, así como puerta de acceso a laAntártica; el importante conjunto de narraciones y cartografías legado por los exploradores europeosque la reconocieron; el riquísimo legado cultural de los aborígenes sélknam; y el conjunto deasentamientos humanos, que surgieron desde fines del siglo XIX, configurando unos paisajesreconocibles y propios. De esta manera, se afirma que los paisajes culturales extremos en Tierra delFuego se han formado a la manera de estratos que se superponen, como en un palimpsesto, en unaconstrucción que trasciende al territorio físico propiamente tal para instalarse en la fantasía cultural deoccidente como imaginario de ese confín remoto.