Cerca de Loma Larga, un poblado teenek de la Huasteca veracruzana se eleva un cerro en donde antes, se dice, vivía el Trueno pero que se fue a otro lugar porque no quería segur cerca de quienes fueron llegando a establecerse en los alrededores. El Trueno, el dios mesoamericano del viento y de la lluvia, ya no está entre los teenek de loma Larga, pero su presencia permanece viva en la memoria de este grupo indígena a pesar de la acción “civilizadora” que ha experimentado desde la conquista. “El Trueno ya no vive aquí es una aserción indígena que refleja un antiguo sistema de representación así como un proceso moderno de aculturación. Dicho enunciado forma la trama de este libro que analiza las representaciones simbólicas teenek influidas por el proceso de los cambios culturales. A través del examen de las realidades y concepciones del mundo y del microcosmos indígena frente a las de la sociedad global, Anath Ariel de Vidas desarrolla paralelamente un estudio etnográfico de la comunidad y un planteamiento teórico acerca del problema fundamental de la elaboración de la identidad étnica teenek actual. Las profundas desigualdades que oponen a los mestizos-ganaderos del norte de Veracruz y a los indígenas-campesinos son una clave do lectura de esta sociedad local y explican en gran medida, la firme percepción de identidad de los teenek Pero no es el único factor; la aprehensión complementaria de las categorías culturales indígenas de la alteridad se obtiene esencialmente a través del análisis de las prácticas cotidianas, de las representaciones autóctonas de la tradición, del parentesco, de la territorialidad, de la organización social y, fundamentalmente, de la relación teenek con la naturaleza y con lo sobrenatural, lo cual arroja luz sobre el universo sincrético teenek, su organización espacial y social, en el cual descansa la distinción que hacen entre Ellos y los Otros. Este libro revela cómo es adquirida, transmitida y constantemente reinterpretada la percepción diferenciada del Sí y cómo se construye la teoría teenek de la diferencia social. En memoria de mi padre, a quien las cuestiones de identidad acompañaron durante toda la vida y hasta en la muerte