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Este original libro del extremo sur de la Patagonia narra las aventuras y peligros experimentados por un geólogo chileno haciendo su trabajo investigativo en las islas del Cabo de Hornos, en mares de tormentas legendarias, navegando sobre olvidados cementerios de buques. Pequeños cutters eran su hogar, que quedaban fondeados en alguna bahía diminuta, mientras el geólogo y su ayudante se alejaban, en bote, por decenas de kilómetros para estudiar las rocosas costas, sin comunicación ni equipo de emergencia. Es el relato de quién por meses y durante años se aventuró en el hoy solitario archipiélago. Los «cincuenta aulladores», que se mantienen sin mayor cambio desde hace siglos, unen de alguna manera al autor con los que estuvieron allí antes. Recuerda crónicas históricas de los nómades del mar, los yaganes, y de sus vecinos del norte, los selk'nam. De matanzas, de navegantes, misioneros, científicos, aviadores, aventureros, buscadores de oro.

Esta investigación nació como parte de la Estrategia de movilidad en bicicleta y proyectos ejecutivos de infraestructura ciclista de la Ciudad de México que concibió el Gobierno del Distrito Federal (GDF) a través de la Secretaría del Medio Ambiente, y cuyo objetivo es fomentar el uso de la bicicleta para convertirla en un medio efectivo de transporte, y así contribuir a agilizar la movilidad de la población al interior de la ciudad y reducir los efectos no deseados del transporte motorizado.

En este ensayo La Merced: movilidad y flujos de personas en un mercado popular antiguo, se propone una estrategia para la recuperación de la estructura vial de la zona, caracterizada por el deterioro y una precaria funcionalidad, ambos derivados por el complejo desplazamiento de personas y mercancías. En este estudio se evalúa la movilidad del área y los diversos flujos desde, y hacia, sus mercados; se analiza también, con una visión metropolitana, la distribución urbana de mercancías y la movilidad de vehículos motorizados en La Merced.