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En esta ponencia pretendo demostrar que muchas de las convenciones que se han formulado para las pantallas de los ordenadores han sido sugeridas, inspiradas y fundamentadas en los llamados "Libros de artista" y que el libro en manos del artista adquiere una serie de características que son susceptibles de interpretación. Voy a tratar, por tanto, de desvelar estas sugerencias seleccionando para ello una serie de libros de artistas de creadores de Sud Africa que por añadidura son libros virtuales; donde el libro es interactivo y dinámico y en donde prevalece más la idea de lo que el libro hace que la de lo que es. La creencia generalizada de que el libro comporta una serie de limitaciones y carencias cuando se le compara con los recursos digitales tiene su origen en que se le considera una forma estática, fija y finita. Esto implica que las mencionadas limitaciones y carencias sólo se pueden superar a través de recursos dinámicos digitales y es precisamente estos conceptos los que voy de rebatir. [ABSTRACT FROM AUTHOR]