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The geodynamic complexity in the western Mexican margin is controlled by the multiple interactions between the Rivera, Pacific, Cocos, and North American plates, as evidenced by a high seismicity rate, most of whose hypocenters are poorly located. To mitigate this uncertainty with the aim of improving these hypocentral locations, we undertook the TsuJal Project, a passive seafloor seismic project conducted from April to November 2016. In addition to the Jalisco Seismic Network, 10 LCHEAPO 2000 Ocean Bottom Seismometers (OBSs) were deployed by the BO El Puma in a seafloor array from the Islas Marías Archipelago (Nayarit) to the offshore contact between the states of Colima and Michoacan. We located 445 earthquakes in four or more OBSs within the deployed array. Most of these earthquakes occurred in the contact region of the Rivera, Pacific, and Cocos plates, and a first analysis suggests the existence of three seismogenic zones (West, Center, and East) along the Rivera Transform fault that can be correlated with its morphological expression throughout the three seismogenic zones. The seismicity estimates that the Moho discontinuity is located at 10 km depth and supports earlier works regarding the West zone earthquake distribution. Subcrustal seismicity in the Central zone suggests that the Intra-Transform Spreading Basin domain is an ultra-low spreading ridge. A seismic swarm occurred during May and June 2016 between the eastern tip of the Paleo-Rivera Transform fault and the northern tip of the East Pacific Rise-Pacific Cocos Segment, illuminating some unidentified tectonic feature.

La costa de Jalisco y el sur de Nayarit es una región con un fuerte desarrollo turístico donde el incremento en la población es grande y se encuentran en una zona de alto potencial sísmico. Esto motivó a las autoridades de Protección Civil de Jalisco y la Universidad de Guadalajara a iniciar en el año 2000 estudios para evaluar el riesgo sísmico en la región. Este trabajo se enfocó en el estudio de la sismicidad en el área de Bahía de Banderas y la costa norte de Jalisco, área considerada un Gap Sísmico. Se realizó un análisis de los sismogramas disponibles para identificar estructuras corticales activas, su relación con la morfología superficial y la posible prolongación de estas estructuras a la parte somera de la bahía. Los datos utilizados en el presente trabajo son los registrados en el año 2003 cuando se desplegó una red sísmica en la región. El método está basado en la identificación de acumulaciones sísmicas o familias usando correlación-cruzada de los sismogramas, relocalización de sismos y modelado de planos de falla. A partir de un conjunto inicial de 404 sismos localizados, se seleccionaron 96 sismos con ML < 3.6 que están relacionados con 17 estructuras continentales potencialmente activas. Se obtuvo un modelo del plano de falla para 11 estructuras. Un subgrupo de 7 estructuras se encuentra alineado paralelamente a la trinchera mesoamericana, lo cual puede ser una consecuencia de un proceso de subducción oblicuo. Los focos de los sismos se agruparon en acumulaciones sísmicas que se pueden correlacionar con fallas con dimensiones de cientos de metros, éstas pueden ser consideradas como asperezas o barreras en estructuras tectónicas con longitudes entre 10 y 30 km. Estas estructuras pueden generar terremotos someros con magnitudes entre 5.0 y 6.0, y representan una amenaza sísmica adicional en la región. doi: https://doi.org/10.1016/S0016-7169(13)71462-4