Search

Introduction. The sign of the hyperdense middle cerebral artery (MCA) evaluated by simple tomography allows predicting ischemic cerebrovascular disease (ICD) with occlusion of a large vessel, however, it is common to identify this sign in residents with high hemoglobin levels without symptoms of ICD. Objectives. To evaluate the correlation between the radiodensity of the MCA and the hemoglobin level in patients with and without ICD, residing in a high-altitude city. Methods. Analytical observational study, including people residing in Cusco (located at 3300 masl) who attended the emergency service and underwent a brain tomography, presenting or not ICD symptoms. ACM radiodensity was measured and correlated with the hemoglobin level. Results. 279 patients were included, the average hemoglobin was 15.1 and standard deviation (DE) of 2.5 mg/dL, in the controls a significant correlation was identified (r = 0.425, p<0.01) between the radiodensity of the MCA with the hemoglobin level. In the cases with right ICD, the radiodensity of the right MCA was 46.9 (DE = 7.7 HU) and of the left it was 46.1 (DE = 6.6 HU), with no statistical differences (p=0 ,24). No differences were found in the cases with left ICD either. Conclusion. There is a correlation between the radiodensity of the MCA with the hemoglobin level in the inhabitants who live at high altitudes, however, it is not possible to demonstrate significant differences between the radiodensity between the affected MCA and the contralateral one in the cases of an ICD., Introducción. El signo de la arteria cerebral media (ACM) hiperdensa evaluada por tomografía simple permite predecir la enfermedad vascular cerebral isquémica (EVCi) con oclusión de un gran vaso, sin embargo, es frecuente identificar este signo en pobladores con niveles altos de hemoglobina sin clínica de EVCi. Objetivos. Evaluar la correlación entre la radiodensidad de la ACM y el nivel de hemoglobina en pacientes con y sin EVCi, residentes en una ciudad a gran altitud. Métodos. Estudio observacional analítico, se incluyeron personas residentes de Cusco (ubicada a 3300 msnm) que acudían al servicio de emergencia y se les realizó una tomografía cerebral, presentando o no clínica de EVCi. Se realizó la medición de la radiodensidad de la ACM y se correlacionó con el nivel de hemoglobina. Resultados. Se incluyeron 279 pacientes, el promedio de hemoglobina fue de 15,1 mg/dL y desviación estándar (DE) de 2,5 mg/dL, en los controles se identificó una correlación significativa (r = 0,425, p<0,01) entre la radiodensidad de la ACM con el nivel de hemoglobina. En los casos con EVCi derechos, la radiodensidad de la ACM derecha fue de 46,9 (DE = 7,7 UH) y de la izquierda fue de 46,1 (DE = 6,6 UH), sin que existan diferencias estadísticas (p = 0,24). Tampoco se encontró diferencias en los casos con EVCi izquierdos. Conclusión. Sí existe una correlación entre la radiodensidad de la ACM con el nivel de hemoglobina en los pobladores que viven a gran altitud, sin embargo, no se logró demostrar diferencias significativas entre la radiodensidad entre las ACM afectada y la contralateral en los casos de un EVCi.

Introduction: Blister-like aneurysms are small, complex, smaller than 3mm, with high rate of morbidity and mortality, as well as rebleeding and recurrence. They are difficult to treat and microsurgical and endovascular techniques are current treatment modalities. Endovascular technique has the lowest rate of complications. Clinical case: 74-year-old woman, admitted with 6 hours of sudden sensory disorder. The CT scan shows diffuse subarachnoid hemorrhage predominantly on the left side. A cerebral angiography showed a blister-like aneurysm of the left middle cerebral artery trifurcation. The patient was treated with coiling and remodeling technique, achieving a complete occlusion. Conclusion: Blister-like aneurysms are complex and rare, whereas endovascular therapy is a safe and effective alternative with low complication rate., Introducción: Los aneurismas tipo blíster son aneurismas pequeños, complejos, menores de 3mm, con alta tasa de morbilidad y mortalidad, así como de resangrado y recurrencia. Son difíciles de tratar y se han propuesto técnicas microquirúrgicas y endovasculares, siendo estas últimas las de menor tasa de complicaciones. Caso Clínico: Mujer de 74 años, ingresa con 6 horas de evolución de trastorno de sensorio brusco. La tomografía muestra hemorragia subaracnoidea difusa a predominio izquierdo. Se le realiza una angiografía cerebral que evidencia un aneurisma blíster de la trifurcación de la arteria cerebral media izquierda. Se emboliza con técnica de remodeling y coils, logrando obliterar la totalidad del aneurisma. Conclusión: Los aneurismas tipo blíster son aneurismas complejos y raros, siendo la terapia endovascular una alternativa segura y eficaz con menor tasa de complicaciones.

El ictus isquémico constituye un problema socio-sanitario de primera magnitud en todo el mundo. En nuestro país, el ictus supone la primera causa de discapacidad física en adultos y la segunda causa de demencia (1). Por ello, el ictus supone una parte importante del gasto sanitario en nuestro país. Dentro de los tipos de ictus isquémico, el ictus asociado a la oclusión aguda de arteria intracraneal de gran calibre está gravado con un peor pronóstico vital y funcional (2,3). Durante las últimas décadas, se han desarrollado distintos tratamientos que han demostrado eficacia mejorando el pronóstico del ictus isquémico por oclusión de gran vaso (4,5,6). Entre ellos, destacan las terapias de reperfusión cerebral, tanto farmacológicas (trombólisis endovenosa), como, más recientemente, el tratamiento endovascular (TEV). Gracias al resultado positivo de varios ensayos clínicos pivótales, el TEV cuenta con el máximo nivel de evidencia científica para tratar a los pacientes con ictus asociado a oclusión de gran arteria. En concreto, el TEV tiene evidencia 1a en el caso de los ictus isquémicos por oclusión de la arteria carótida interna terminal (TICA) y del segmento M1 de la arteria cerebral media (ACM) (7,8,9). Para otros segmentos arteriales, como el segmento M2 de la ACM, el nivel de evidencia para aplicar el TEV es bajo, al no haber sido incluidos los pacientes con oclusión de M2 en los ensayos clínicos de trombectomía., Grado en Medicina

El ictus isquémico constituye un problema socio-sanitario de primera magnitud en todo el mundo. En nuestro país, el ictus supone la primera causa de discapacidad física en adultos y la segunda causa de demencia. Por ello, el ictus supone una parte importante del gasto sanitario en nuestro país. Dentro de los tipos de ictus isquémico, el ictus asociado a la oclusión aguda de arteria intracraneal de gran calibre está gravado con un peor pronóstico vital y funcional. Durante las últimas décadas, se han desarrollado distintos tratamientos que han demostrado eficacia mejorando el pronóstico del ictus isquémico por oclusión de gran vaso. Entre ellos, destacan las terapias de reperfusión cerebral, tanto farmacológicas (trombólisis endovenosa), como, más recientemente, el tratamiento endovascular (TEV). Gracias al resultado positivo de varios ensayos clínicos pivótales, el TEV cuenta con el máximo nivel de evidencia científica para tratar a los pacientes con ictus asociado a oclusión de gran arteria. En concreto, el TEV tiene evidencia 1a en el caso de los ictus isquémicos por oclusión de la arteria carótida interna terminal (TICA) y del segmento M1 de la arteria cerebral media (ACM). Para otros segmentos arteriales, como el segmento M2 de la ACM, el nivel de evidencia para aplicar el TEV es bajo, al no haber sido incluidos los pacientes con oclusión de M2 en los ensayos clínicos de trombectomía. En numerosos Centros de Ictus de todo el mundo, se viene realizando TEV en los pacientes con oclusión de M2 de ACM, tras generalizar la indicación de TEV obtenida para el segmento M1 de la misma arteria. Esta experiencia clínica se ha traducido en estudios observacionales con series de casos de M2 tratados con TEV, en los que se describen tasas de recanalización arterial equiparables a las obtenidas para segmentos arteriales más proximales. Sin embargo, existe un riesgo de complicaciones hemorrágicas no despreciable asociado al TEV en estos pacientes, por diversos mecanismos, uno d, Grado en Medicina

El ictus es una enfermedad con prevalencia e incidencia al alza que puede ocasionar secuelas e invalidez importantes. La clínica asociada a una oclusión del segmento M2 de la arteria cerebral media puede ser indistinguible de la causada por una oclusión más proximal de la misma arteria. El objetivo principal es poner de manifiesto las posibles diferencias existentes en la efectividad de los distintos tratamientos empleados en el tratamiento de las oclusiones en el segmento M2 de la arteria cerebral media. Como objetivo secundario, se llevó a cabo un análisis de las complicaciones que pueden aparecer en el curso de dichos tratamientos. Se incluyeron 117 pacientes, con una edad media de 74 años (± 10 años). De ellos, 82 (70,1%) fueron tratados con trombectomía primaria, 15 (12,8%) con fibrinólisis endovenosa, y los 20 restantes (17,1%) recibieron tratamiento combinado. No se observaron diferencias estadísticamente significativas al comparar el mRankin al alta y a los 90 días entre los tres grupos (p= 0,073 y p=0,215; respectivamente). Sin embargo, sí se observaron diferencias estadísticamente significativas (p=0,042) en el análisis del NIHSS medido a las 24h del ictus, que hablaron en favor de la trombectomía primaria. Sólo se dataron hemorragias intracraneales sintomáticas en 3 de los 117 pacientes (2,5% del total), dos (66,7%) en pacientes tratados con trombectomía primaria y una (33,3%) en pacientes tratados con fibrinólisis, lo cual no arrojó diferencias estadísticamente significativas entre ambos grupos (p=0,423). Se observó una tendencia favorable en la consecución de mayor autonomía funcional y mejor estado clínico de los pacientes en la cohorte de pacientes tratados mediante trombectomía primaria, con respecto a los tratados con fibrinólisis y con tratamiento combinado. Por otro lado, al analizar las complicaciones de los tratamientos, los resultados obtenidos dictaminan que ambos tratamientos (trombectomía y fibrinólisis), así como su combinación, son seguros, Grado en Medicina

El ictus isquémico constituye un problema socio-sanitario de primera magnitud en todo el mundo. En nuestro país, el ictus supone la primera causa de discapacidad física en adultos y la segunda causa de demencia (1). Por ello, el ictus supone una parte importante del gasto sanitario en nuestro país. Dentro de los tipos de ictus isquémico, el ictus asociado a la oclusión aguda de arteria intracraneal de gran calibre está gravado con un peor pronóstico vital y funcional (2,3). Durante las últimas décadas, se han desarrollado distintos tratamientos que han demostrado eficacia mejorando el pronóstico del ictus isquémico por oclusión de gran vaso (4,5,6). Entre ellos, destacan las terapias de reperfusión cerebral, tanto farmacológicas (trombólisis endovenosa), como, más recientemente, el tratamiento endovascular (TEV). Gracias al resultado positivo de varios ensayos clínicos pivótales, el TEV cuenta con el máximo nivel de evidencia científica para tratar a los pacientes con ictus asociado a oclusión de gran arteria. En concreto, el TEV tiene evidencia 1a en el caso de los ictus isquémicos por oclusión de la arteria carótida interna terminal (TICA) y del segmento M1 de la arteria cerebral media (ACM) (7,8,9). Para otros segmentos arteriales, como el segmento M2 de la ACM, el nivel de evidencia para aplicar el TEV es bajo, al no haber sido incluidos los pacientes con oclusión de M2 en los ensayos clínicos de trombectomía., Grado en Medicina

El ictus isquémico constituye un problema socio-sanitario de primera magnitud en todo el mundo. En nuestro país, el ictus supone la primera causa de discapacidad física en adultos y la segunda causa de demencia. Por ello, el ictus supone una parte importante del gasto sanitario en nuestro país. Dentro de los tipos de ictus isquémico, el ictus asociado a la oclusión aguda de arteria intracraneal de gran calibre está gravado con un peor pronóstico vital y funcional. Durante las últimas décadas, se han desarrollado distintos tratamientos que han demostrado eficacia mejorando el pronóstico del ictus isquémico por oclusión de gran vaso. Entre ellos, destacan las terapias de reperfusión cerebral, tanto farmacológicas (trombólisis endovenosa), como, más recientemente, el tratamiento endovascular (TEV). Gracias al resultado positivo de varios ensayos clínicos pivótales, el TEV cuenta con el máximo nivel de evidencia científica para tratar a los pacientes con ictus asociado a oclusión de gran arteria. En concreto, el TEV tiene evidencia 1a en el caso de los ictus isquémicos por oclusión de la arteria carótida interna terminal (TICA) y del segmento M1 de la arteria cerebral media (ACM). Para otros segmentos arteriales, como el segmento M2 de la ACM, el nivel de evidencia para aplicar el TEV es bajo, al no haber sido incluidos los pacientes con oclusión de M2 en los ensayos clínicos de trombectomía. En numerosos Centros de Ictus de todo el mundo, se viene realizando TEV en los pacientes con oclusión de M2 de ACM, tras generalizar la indicación de TEV obtenida para el segmento M1 de la misma arteria. Esta experiencia clínica se ha traducido en estudios observacionales con series de casos de M2 tratados con TEV, en los que se describen tasas de recanalización arterial equiparables a las obtenidas para segmentos arteriales más proximales. Sin embargo, existe un riesgo de complicaciones hemorrágicas no despreciable asociado al TEV en estos pacientes, por diversos mecanismos, uno d, Grado en Medicina

El ictus es una enfermedad con prevalencia e incidencia al alza que puede ocasionar secuelas e invalidez importantes. La clínica asociada a una oclusión del segmento M2 de la arteria cerebral media puede ser indistinguible de la causada por una oclusión más proximal de la misma arteria. El objetivo principal es poner de manifiesto las posibles diferencias existentes en la efectividad de los distintos tratamientos empleados en el tratamiento de las oclusiones en el segmento M2 de la arteria cerebral media. Como objetivo secundario, se llevó a cabo un análisis de las complicaciones que pueden aparecer en el curso de dichos tratamientos. Se incluyeron 117 pacientes, con una edad media de 74 años (± 10 años). De ellos, 82 (70,1%) fueron tratados con trombectomía primaria, 15 (12,8%) con fibrinólisis endovenosa, y los 20 restantes (17,1%) recibieron tratamiento combinado. No se observaron diferencias estadísticamente significativas al comparar el mRankin al alta y a los 90 días entre los tres grupos (p= 0,073 y p=0,215; respectivamente). Sin embargo, sí se observaron diferencias estadísticamente significativas (p=0,042) en el análisis del NIHSS medido a las 24h del ictus, que hablaron en favor de la trombectomía primaria. Sólo se dataron hemorragias intracraneales sintomáticas en 3 de los 117 pacientes (2,5% del total), dos (66,7%) en pacientes tratados con trombectomía primaria y una (33,3%) en pacientes tratados con fibrinólisis, lo cual no arrojó diferencias estadísticamente significativas entre ambos grupos (p=0,423). Se observó una tendencia favorable en la consecución de mayor autonomía funcional y mejor estado clínico de los pacientes en la cohorte de pacientes tratados mediante trombectomía primaria, con respecto a los tratados con fibrinólisis y con tratamiento combinado. Por otro lado, al analizar las complicaciones de los tratamientos, los resultados obtenidos dictaminan que ambos tratamientos (trombectomía y fibrinólisis), así como su combinación, son seguros, Grado en Medicina

El ictus isquémico constituye un problema socio-sanitario de primera magnitud en todo el mundo. En nuestro país, el ictus supone la primera causa de discapacidad física en adultos y la segunda causa de demencia. Por ello, el ictus supone una parte importante del gasto sanitario en nuestro país. Dentro de los tipos de ictus isquémico, el ictus asociado a la oclusión aguda de arteria intracraneal de gran calibre está gravado con un peor pronóstico vital y funcional. Durante las últimas décadas, se han desarrollado distintos tratamientos que han demostrado eficacia mejorando el pronóstico del ictus isquémico por oclusión de gran vaso. Entre ellos, destacan las terapias de reperfusión cerebral, tanto farmacológicas (trombólisis endovenosa), como, más recientemente, el tratamiento endovascular (TEV). Gracias al resultado positivo de varios ensayos clínicos pivótales, el TEV cuenta con el máximo nivel de evidencia científica para tratar a los pacientes con ictus asociado a oclusión de gran arteria. En concreto, el TEV tiene evidencia 1a en el caso de los ictus isquémicos por oclusión de la arteria carótida interna terminal (TICA) y del segmento M1 de la arteria cerebral media (ACM). Para otros segmentos arteriales, como el segmento M2 de la ACM, el nivel de evidencia para aplicar el TEV es bajo, al no haber sido incluidos los pacientes con oclusión de M2 en los ensayos clínicos de trombectomía. En numerosos Centros de Ictus de todo el mundo, se viene realizando TEV en los pacientes con oclusión de M2 de ACM, tras generalizar la indicación de TEV obtenida para el segmento M1 de la misma arteria. Esta experiencia clínica se ha traducido en estudios observacionales con series de casos de M2 tratados con TEV, en los que se describen tasas de recanalización arterial equiparables a las obtenidas para segmentos arteriales más proximales. Sin embargo, existe un riesgo de complicaciones hemorrágicas no despreciable asociado al TEV en estos pacientes, por diversos mecanismos, uno d, Grado en Medicina

El ictus es una enfermedad con prevalencia e incidencia al alza que puede ocasionar secuelas e invalidez importantes. La clínica asociada a una oclusión del segmento M2 de la arteria cerebral media puede ser indistinguible de la causada por una oclusión más proximal de la misma arteria. El objetivo principal es poner de manifiesto las posibles diferencias existentes en la efectividad de los distintos tratamientos empleados en el tratamiento de las oclusiones en el segmento M2 de la arteria cerebral media. Como objetivo secundario, se llevó a cabo un análisis de las complicaciones que pueden aparecer en el curso de dichos tratamientos. Se incluyeron 117 pacientes, con una edad media de 74 años (± 10 años). De ellos, 82 (70,1%) fueron tratados con trombectomía primaria, 15 (12,8%) con fibrinólisis endovenosa, y los 20 restantes (17,1%) recibieron tratamiento combinado. No se observaron diferencias estadísticamente significativas al comparar el mRankin al alta y a los 90 días entre los tres grupos (p= 0,073 y p=0,215; respectivamente). Sin embargo, sí se observaron diferencias estadísticamente significativas (p=0,042) en el análisis del NIHSS medido a las 24h del ictus, que hablaron en favor de la trombectomía primaria. Sólo se dataron hemorragias intracraneales sintomáticas en 3 de los 117 pacientes (2,5% del total), dos (66,7%) en pacientes tratados con trombectomía primaria y una (33,3%) en pacientes tratados con fibrinólisis, lo cual no arrojó diferencias estadísticamente significativas entre ambos grupos (p=0,423). Se observó una tendencia favorable en la consecución de mayor autonomía funcional y mejor estado clínico de los pacientes en la cohorte de pacientes tratados mediante trombectomía primaria, con respecto a los tratados con fibrinólisis y con tratamiento combinado. Por otro lado, al analizar las complicaciones de los tratamientos, los resultados obtenidos dictaminan que ambos tratamientos (trombectomía y fibrinólisis), así como su combinación, son seguros, Grado en Medicina

El ictus isquémico constituye un problema socio-sanitario de primera magnitud en todo el mundo. En nuestro país, el ictus supone la primera causa de discapacidad física en adultos y la segunda causa de demencia (1). Por ello, el ictus supone una parte importante del gasto sanitario en nuestro país. Dentro de los tipos de ictus isquémico, el ictus asociado a la oclusión aguda de arteria intracraneal de gran calibre está gravado con un peor pronóstico vital y funcional (2,3). Durante las últimas décadas, se han desarrollado distintos tratamientos que han demostrado eficacia mejorando el pronóstico del ictus isquémico por oclusión de gran vaso (4,5,6). Entre ellos, destacan las terapias de reperfusión cerebral, tanto farmacológicas (trombólisis endovenosa), como, más recientemente, el tratamiento endovascular (TEV). Gracias al resultado positivo de varios ensayos clínicos pivótales, el TEV cuenta con el máximo nivel de evidencia científica para tratar a los pacientes con ictus asociado a oclusión de gran arteria. En concreto, el TEV tiene evidencia 1a en el caso de los ictus isquémicos por oclusión de la arteria carótida interna terminal (TICA) y del segmento M1 de la arteria cerebral media (ACM) (7,8,9). Para otros segmentos arteriales, como el segmento M2 de la ACM, el nivel de evidencia para aplicar el TEV es bajo, al no haber sido incluidos los pacientes con oclusión de M2 en los ensayos clínicos de trombectomía., Grado en Medicina

El ictus isquémico constituye un problema socio-sanitario de primera magnitud en todo el mundo. En nuestro país, el ictus supone la primera causa de discapacidad física en adultos y la segunda causa de demencia (1). Por ello, el ictus supone una parte importante del gasto sanitario en nuestro país. Dentro de los tipos de ictus isquémico, el ictus asociado a la oclusión aguda de arteria intracraneal de gran calibre está gravado con un peor pronóstico vital y funcional (2,3). Durante las últimas décadas, se han desarrollado distintos tratamientos que han demostrado eficacia mejorando el pronóstico del ictus isquémico por oclusión de gran vaso (4,5,6). Entre ellos, destacan las terapias de reperfusión cerebral, tanto farmacológicas (trombólisis endovenosa), como, más recientemente, el tratamiento endovascular (TEV). Gracias al resultado positivo de varios ensayos clínicos pivótales, el TEV cuenta con el máximo nivel de evidencia científica para tratar a los pacientes con ictus asociado a oclusión de gran arteria. En concreto, el TEV tiene evidencia 1a en el caso de los ictus isquémicos por oclusión de la arteria carótida interna terminal (TICA) y del segmento M1 de la arteria cerebral media (ACM) (7,8,9). Para otros segmentos arteriales, como el segmento M2 de la ACM, el nivel de evidencia para aplicar el TEV es bajo, al no haber sido incluidos los pacientes con oclusión de M2 en los ensayos clínicos de trombectomía., Grado en Medicina

El ictus es una enfermedad con prevalencia e incidencia al alza que puede ocasionar secuelas e invalidez importantes. La clínica asociada a una oclusión del segmento M2 de la arteria cerebral media puede ser indistinguible de la causada por una oclusión más proximal de la misma arteria. El objetivo principal es poner de manifiesto las posibles diferencias existentes en la efectividad de los distintos tratamientos empleados en el tratamiento de las oclusiones en el segmento M2 de la arteria cerebral media. Como objetivo secundario, se llevó a cabo un análisis de las complicaciones que pueden aparecer en el curso de dichos tratamientos. Se incluyeron 117 pacientes, con una edad media de 74 años (± 10 años). De ellos, 82 (70,1%) fueron tratados con trombectomía primaria, 15 (12,8%) con fibrinólisis endovenosa, y los 20 restantes (17,1%) recibieron tratamiento combinado. No se observaron diferencias estadísticamente significativas al comparar el mRankin al alta y a los 90 días entre los tres grupos (p= 0,073 y p=0,215; respectivamente). Sin embargo, sí se observaron diferencias estadísticamente significativas (p=0,042) en el análisis del NIHSS medido a las 24h del ictus, que hablaron en favor de la trombectomía primaria. Sólo se dataron hemorragias intracraneales sintomáticas en 3 de los 117 pacientes (2,5% del total), dos (66,7%) en pacientes tratados con trombectomía primaria y una (33,3%) en pacientes tratados con fibrinólisis, lo cual no arrojó diferencias estadísticamente significativas entre ambos grupos (p=0,423). Se observó una tendencia favorable en la consecución de mayor autonomía funcional y mejor estado clínico de los pacientes en la cohorte de pacientes tratados mediante trombectomía primaria, con respecto a los tratados con fibrinólisis y con tratamiento combinado. Por otro lado, al analizar las complicaciones de los tratamientos, los resultados obtenidos dictaminan que ambos tratamientos (trombectomía y fibrinólisis), así como su combinación, son seguros, Grado en Medicina

El ictus isquémico constituye un problema socio-sanitario de primera magnitud en todo el mundo. En nuestro país, el ictus supone la primera causa de discapacidad física en adultos y la segunda causa de demencia. Por ello, el ictus supone una parte importante del gasto sanitario en nuestro país. Dentro de los tipos de ictus isquémico, el ictus asociado a la oclusión aguda de arteria intracraneal de gran calibre está gravado con un peor pronóstico vital y funcional. Durante las últimas décadas, se han desarrollado distintos tratamientos que han demostrado eficacia mejorando el pronóstico del ictus isquémico por oclusión de gran vaso. Entre ellos, destacan las terapias de reperfusión cerebral, tanto farmacológicas (trombólisis endovenosa), como, más recientemente, el tratamiento endovascular (TEV). Gracias al resultado positivo de varios ensayos clínicos pivótales, el TEV cuenta con el máximo nivel de evidencia científica para tratar a los pacientes con ictus asociado a oclusión de gran arteria. En concreto, el TEV tiene evidencia 1a en el caso de los ictus isquémicos por oclusión de la arteria carótida interna terminal (TICA) y del segmento M1 de la arteria cerebral media (ACM). Para otros segmentos arteriales, como el segmento M2 de la ACM, el nivel de evidencia para aplicar el TEV es bajo, al no haber sido incluidos los pacientes con oclusión de M2 en los ensayos clínicos de trombectomía. En numerosos Centros de Ictus de todo el mundo, se viene realizando TEV en los pacientes con oclusión de M2 de ACM, tras generalizar la indicación de TEV obtenida para el segmento M1 de la misma arteria. Esta experiencia clínica se ha traducido en estudios observacionales con series de casos de M2 tratados con TEV, en los que se describen tasas de recanalización arterial equiparables a las obtenidas para segmentos arteriales más proximales. Sin embargo, existe un riesgo de complicaciones hemorrágicas no despreciable asociado al TEV en estos pacientes, por diversos mecanismos, uno d, Grado en Medicina

Hydrops fetalis is a rare disease characterized by fluid accumulation in the serous cavities and soft tissues. One of the most common causes is anemia. This is responsible for up to 12% of cases. We describe the case of a pregnant woman with non-immune hydrops fetalis secondary to fetal anemia and a review of the literature in this regard.Case description. A 30-year-old G1P0 pregnant woman with a 22-week pregnancy who underwent an ultrasound evaluation a syndromic diagnosis of non-immune hydrops fetalis and fetal anemia was confirmed as its cause. Required fetal therapy with multiple transfusions, achieving resolution of the condition and full-term birth. A narrative review was performed using the search terms “Non-immune Hydrops Fetalis”, “Middle Cerebral Artery”, “Blood Transfusion, Intrauterine” in the PubMed, MEDLINE, Embase and Cochrane Library databases. Conclusion. Non-immune hydrops fetalis caused by fetal anemia presents high mortality without adequate intervention. Knowledge of this pathology allows a complete approach, timely diagnosis and adequate selection of fetuses candidates for in utero therapy in experienced maternal-fetal units, reducing morbidity and mortality, El hidrops fetal es una condición caracterizada por la acumulación de fluidos en cavidades serosas y tejidos blandos. La anemia es una causa frecuente, se estima que es responsable de hasta 12% de los casos. Se describe el caso de una gestante con hidrops fetal no inmune causado por anemia fetal y la revisión de la literatura al respecto. Descripción del caso. Gestante de 30 años G1P0 con embarazo de 22 semanas a quien en valoración ecográfica se le estableció un diagnóstico sindromático de hidrops fetal no inmune y se confirmó como su causa anemia fetal. Requirió terapia fetal con múltiples transfusiones logrando resolución del cuadro y nacimiento a término. Se realizó una revisión narrativa usando los términos de búsqueda “Non-immune Hydrops Fetalis”, “Middle Cerebral Artery”, “Blood Transfusion, Intrauterine” en las bases de datos PubMed, MEDLINE, Embase y Cochrane Library. Conclusión. El hidrops fetal no inmune causado por anemia fetal presenta alta mortalidad sin una intervención adecuada. El conocimiento de esta patología permite realizar un abordaje completo, un diagnóstico oportuno y la selección adecuada de los fetos candidatos para terapia in útero en unidades materno-fetales con experiencia, disminuyendo la morbimortalidad

In the 2019 coronavirus disease pandemic (COVID-19) caused by the SARS-CoV2 virus, the majority of patients present general and respiratory symptoms, some atypical gastrointestinal, cardiovascular, dermatological or neurological symptoms. In the case report of a 40-year-old male patient, without any important epidemiological history, diagnosed with COVID-19 by rapid immunological test, who presents with a sudden ischemic stroke. In the CT scan of the brain without contrast, a large ischemic area is evident in the left cerebral hemisphere in the middle cerebral artery territory, accompanied by edema. In patients with COVID-19, infected with the SARS-CoV2 coronavirus, the possibility of the patient having a cerebrovascular accident (CVA) should be taken into account, to allow adequate and timely management., Na pandemia SARS-CoV2 COVID-19, a maioria dos pacientes apresenta sintomas gerais e respiratórios, com alguns sintomas atípicos gastrointestinais, cardiovasculares, dermatológicos ou neurológicos. Relatamos o caso de um paciente masculino de 40 anos, sem histórico epidemiológico significativo, diagnosticado com COVID 19 pelo teste imunológico rápido, que apresentou um derrame isquêmico súbito. O estudo tomográfico cerebral sem contraste mostrou uma extensa área isquêmica no hemisfério cerebral esquerdo no território da artéria cerebral média, acompanhada de edema. Em pacientes com COVID-19, infectados pelo coronavírus SARS-CoV2, a possibilidade de o paciente ter um acidente vascular cerebral (AVC) deve ser levada em consideração para permitir um gerenciamento adequado e oportuno., En la pandemia de la enfermedad por la COVID-19 causada por el virus SARS-CoV2, la mayoría de los pacientes presentan síntomas generales y respiratorios, algunos cuadros atípicos gastrointestinales, cardiovasculares, dermatológicos o neurológicos. Se reporta el caso de un paciente varón de 40 años, sin ningún antecedente epidemiológico importante, diagnosticado de COVID 19 por prueba rápida inmunológica, quien presenta un accidente cerebro vascular isquémico súbito. En el estudio tomográfico cerebral sin contraste se evidenció un área extensa isquémica, en el hemisferio cerebral izquierdo en territorio de la arteria cerebral media, acompañado de edema. En los pacientes con COVID-19, infectados por coronavirus SARS-CoV2, debe tenerse en cuenta la posibilidad de que el paciente presente accidente cerebrovascular (ACV), para permitir un manejo adecuado y oportuno.

Despite the development of neurosurgical treatment of brain aneurysm (BA), the problem of intraoperative aneurysm rupture (IAR) remains relevant. The IAR is the most common intraoperative complication, which, according to various authors, occurs in 5.6–35.0 % cases. There are contact and non-contact IAR. Noncontact are those that occur at the early stages of the operation, before the dissection of dura mater, when there is no mechanical effect on the aneurysm. Noncontact IAR accounts for 2.5–9.0 % of the total amount of IAR. Contact IAR occurs in 91–94 % of observations. IAR occurs predominantly in arachnoid dissection (48–81 %). The main criteria and risk factors for the IAR are the size of BA, its localization, the operation duration after the initial rupture of BA, the presence of hypertension and the severity of the patient’s condition before surgery. The greatest risk of IAR is predisposed by aneurysms of the anterior communicating artery complex — an anterior cerebral artery and internal carotid artery. Performing surgery at the early stages after aneurysm rupture in the presence of cerebral edema along with the difficult access to BA and with the need to perform sufficient traction of the brain substance is more often accompanied by IAR.IAR results in deterioration of the results of operations and an increase in mortality by 1.5–3.0 times. The prognosis of survival of patients after IAR at the stages of aneurysm isolation and clipping is more favourable than at the initial stages of surgery., Несмотря на развитие нейрохирургического лечения артериальных аневризм (АА) головного мозга, проблема интраоперационного разрыва аневризмы (ИОРА) остается актуальной. По данным разных авторов, ИОРА головного мозга (наиболее частое интраоперационное осложнение) возникают с частотой 5,6–35,0%. Выделяют контактный и неконтактный ИОРА. Неконтактными считают ИОРА, происходящий на ранних этапах операции, до рассечения ТМО, когда отсутствует механическое воздействие на аневризму. Доля неконтактных ИОРА составляет 2,5–9,0% от общего количества ИОРА. Контактные ИОРА встречаются в 91–94% наблюдений. ИОРА возникают чаще всего при арахноидальной диссекции (в 48–81% случаев). Основными критериями и факторами риска ИОРА считают размер АА, ее локализацию, срок проведения операции после первичного разрыва АА, наличие гипертонической болезни и тяжесть состояния больного до операции. Наибольший риск ИОРА ассоциируется с аневризмами комплекса передней соединительной – передней мозговой артерии и внутренней сонной артерии. Проведение операции в ранние сроки после разрыва аневризмы при наличии отека головного мозга, затрудненного доступа к АА и необходимости выполнения достаточной тракции мозгового вещества чаще сопровождается ИОРА.ИОРА ухудшает результаты операции и увеличивает летальность в 1,5–3,0 раза. Прогноз выживаемости больных после ИОРА на этапах выделения и клипирования аневризмы более благоприятный, чем после ИОРА на начальных этапах операции., Незважаючи на розвиток нейрохірургічного лікування АА головного мозку, проблема інтраопераційного розриву аневризми (ІОРА) залишається актуальною. За даними різних авторів, ІОРА головного мозку (найчастіше інтраопераційне ускладнення) виникає з частотою 5,6–35,0%. Виділяють контактний і неконтактний ІОРА. Неконтактними вважають ІОРА, котрі трапляються на ранніх етапах операції, до розсічення твердої мозкової оболонки, коли відсутній механічний вплив на аневризму. Частка неконтактних ІОРА становить 2,5–9,0% від загальної кількості ІОРА. Контактні ІОРА трапляються в 91–94% спостережень. ІОРА виникають найчастіше при арахноїдальній дисекції (в 48–81% випадків). Основними критеріями та чинниками ризику ІОРА вважають розмір АА, її локалізацію, термін проведення операції після первинного розриву АА, наявність гіпертонічної хвороби і тяжкість стану хворого до операції. Найбільший ризик ІОРА асоціюється з аневризмами комплексу передньої сполучної – передньої мозкової артерії і внутрішньої сонної артерії. Проведення операції в ранні терміни після розриву аневризми за наявності набряку головного мозку, затрудненого доступу до АА, необхідності виконання достатньої тракції мозкової речовини частіше супроводжується ІОРА.ІОРА погіршує результати операції і збільшує летальність в 1,5–3,0 рази. Прогноз виживання хворих після ІОРА на етапах виділення та кліпування аневризми більш сприятливий, аніж після ІОРА на початкових етапах операції.

Moyamoya disease is a progressive cerebral occlusive vasculopathy characterized by stenosis or occlusion of the supraclinoid portion of the internal carotid artery, mainly the middle cerebral artery and anterior cerebral artery. The angiographic appearance resembles "cigarette's smoke" which means in Japanese "moyamoya". We report the case of a 28 years old female who presented headache and focal seizures since 5 years old and a high-risk twin pregnancy at 16 years old, that required cesarean section; panangiography reveals a similar picture of "cigarette's smoke" consistent with Moyamoya disease., La enfermedad de Moyamoya es una vasculopatía oclusiva cerebral progresiva, caracterizada por estenosis u oclusión de la porción supraclinoidea de la arteria carótida interna, principalmente de la arteria cerebral media y de la arteria cerebral anterior. Su aspecto angiográfico semeja el humo de cigarrillo que en japonés significa "moyamoya". Presentamos el caso de una paciente femenina de 28 años quien presentó cefalea y crisis epilépticas focales desde los 5 años de edad y embarazo gemelar de alto riesgo a los 16 años, que ameritó cesárea segmentaria; Panangiografía que revela imagen semejante a humo de cigarrillo consistente con Enfermedad de Moyamoya.

Moyamoya disease is a progressive cerebral occlusive vasculopathy characterized by stenosis or occlusion of the supraclinoid portion of the internal carotid artery, mainly the middle cerebral artery and anterior cerebral artery. The angiographic appearance resembles "cigarette's smoke" which means in Japanese "moyamoya". We report the case of a 28 years old female who presented headache and focal seizures since 5 years old and a high-risk twin pregnancy at 16 years old, that required cesarean section; panangiography reveals a similar picture of "cigarette's smoke" consistent with Moyamoya disease., La enfermedad de Moyamoya es una vasculopatía oclusiva cerebral progresiva, caracterizada por estenosis u oclusión de la porción supraclinoidea de la arteria carótida interna, principalmente de la arteria cerebral media y de la arteria cerebral anterior. Su aspecto angiográfico semeja el humo de cigarrillo que en japonés significa "moyamoya". Presentamos el caso de una paciente femenina de 28 años quien presentó cefalea y crisis epilépticas focales desde los 5 años de edad y embarazo gemelar de alto riesgo a los 16 años, que ameritó cesárea segmentaria; Panangiografía que revela imagen semejante a humo de cigarrillo consistente con Enfermedad de Moyamoya.

Moyamoya disease is a progressive cerebral occlusive vasculopathy characterized by stenosis or occlusion of the supraclinoid portion of the internal carotid artery, mainly the middle cerebral artery and anterior cerebral artery. The angiographic appearance resembles "cigarette's smoke" which means in Japanese "moyamoya". We report the case of a 28 years old female who presented headache and focal seizures since 5 years old and a high-risk twin pregnancy at 16 years old, that required cesarean section; panangiography reveals a similar picture of "cigarette's smoke" consistent with Moyamoya disease., La enfermedad de Moyamoya es una vasculopatía oclusiva cerebral progresiva, caracterizada por estenosis u oclusión de la porción supraclinoidea de la arteria carótida interna, principalmente de la arteria cerebral media y de la arteria cerebral anterior. Su aspecto angiográfico semeja el humo de cigarrillo que en japonés significa "moyamoya". Presentamos el caso de una paciente femenina de 28 años quien presentó cefalea y crisis epilépticas focales desde los 5 años de edad y embarazo gemelar de alto riesgo a los 16 años, que ameritó cesárea segmentaria; Panangiografía que revela imagen semejante a humo de cigarrillo consistente con Enfermedad de Moyamoya.