Tesis doctoral inédita, leída en la Universidad Autónoma de Madrid, Facultad de Medicina, Departamento de Medicina Preventiva y Salud Pública y Microbiología. Fecha de lectura: 3 de marzo de 2016, OBJETIVOS: Esta tesis pretende analizar la tendencia temporal de consumo y coste de fármacos específicos para la demencia en la Comunidad Autónoma de Madrid (CAM); estimar la prevalencia de demencia en la población mayor de 65 años a partir del consumo de anticolinesterásicos y memantina y analizar los factores asociados a la calidad del registro en la Historia Clínica de Atención Primaria (AP). PACIENTES Y MÉTODOS: Estudio descriptivo del uso de anticolinesterásicos y/o memantina con cargo al Sistema Nacional de Salud en dos bases de datos: Farm@drid, con registro de facturación en farmacias de la CAM y BIFAP (Base de Investigación Farmacoepidemiológica en AP), con registros sobre diagnóstico y prescripción en historias clínicas de AP. La evolución del consumo en la CAM se calculó analizando la evolución de las DDD (dosis diarias definidas) desde 2002 a 2012, con incrementos totales y anuales. El coste se estimó por precio de DDD. Para comparaciones, se calcularon las DDD por 100 habitantes-día (DHD). En la base de datos BIFAP, se analizó cada año el porcentaje de pacientes con demencia (código CIAP P70) y la proporción de personas que recibieron prescripciones de anticolinesterásicos y/o memantina sobre población general y en pacientes con demencia, por grupos de edad y sexo. La prevalencia de demencia en la CAM en 2011 para > 65 años, se estimó a partir de las DHD consumidas según Farm@drid, ajustando ese resultado con los datos obtenidos en BIFAP. Para analizar la calidad del registro de demencia en AP, se estudiaron los diagnósticos asociados a la primera prescripción de anticolinesterásicos o memantina en la base de datos BIFAP, entre 2002 y 2011 (24.575 pacientes). RESULTADOS: En la CAM, de 2002 a 2012 se multiplicó por seis el consumo de fármacos para la demencia. El 76,70% de fármacos consumidos en este periodo fueron anticolinesterásicos y el 23,30% memantina. El donepecilo fue el fármaco más utilizado. La evolución del coste estimado se multiplicó por 5,7 en once años (por 4 considerando utilización de fármacos genéricos). El porcentaje de población ≥ 65 años tratada en AP con fármacos específicos para la demencia aumentó del 0,86% en 2002 (monoterapia con anticolinesterásicos) al 2,40% en 2011 (anticolinesterásicos 1,68%, memantina 0,35% y tratamiento combinado 0,37%). En los pacientes ≥ 65 años con demencia, el porcentaje de pacientes tratados pasó del 23,13% en 2002 (monoterapia con anticolinesterásicos) al 41,12% en 2011 (27,74% de anticolinesterásicos, 7,09% de memantina y 6,29% de tratamiento combinado). La prevalencia estimada de demencia en >65 años en base al uso de medicamentos en la CAM es del 5,91% (IC95%:5,85-5,95) (52.287 personas), mayor en mujeres (7,16%, IC95% 7,09-7,23) que en hombres (4,00%, IC95% 3,94-4,06). La prevalencia de registro de diagnóstico de demencia en AP aumentó del 2,96% (IC 95% 2,90-3,04%) en 2002 al 4,17% (IC 95% 4,09-4,24%) en 2011. En las historias clínicas de AP, de los pacientes en tratamiento con anticolinesterásicos o memantina solo el 56,5% (IC95%:55,8-57,1) tenían asociado código “demencia” a la 1ª prescripción. Se registró mejor en mujeres [OR 1,09 (IC 95%:1,03-1,15)] y al aumentar el tiempo transcurrido ([OR 1,07 (IC 95%:1,06-1,08)] por cada año de seguimiento). El 16,3% asociaron el tratamiento a “códigos de conveniencia, el 12,4% a “alteraciones de memoria”, el 4,6% a “enfermedades relacionadas con la demencia” y el 10,3% a “procesos intercurrentes”. CONCLUSIONES: El consumo de anticolinesterásicos y memantina aumentó progresivamente desde 2002 por un aumento de la prevalencia de la enfermedad y de los pacientes diagnosticados que reciben esos tratamientos; en 2012 no alcanza cifras equivalentes a lo esperable por la prevalencia poblacional de demencia. En las historias clínicas de AP, aumentaron los diagnósticos de demencia en la última década, pero aún hay un importante infraregistro de la enfermedad que podría mejorar con medidas de apoyo informático, coordinación asistencial adecuada y cambios en la actitud de los profesionales ante el diagnóstico y registro. La prevalencia estimada de demencia, calculada a través del consumo de fármacos específicos, es similar a la encontrada en estudios poblacionales. Esta estimación puede ser una herramienta fiable que actualice periódicamente la prevalencia de demencia sin gran coste, ayudando en la planificación de recursos sociosanitarios.