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Abstract Antiapoptotic Bcl‐2 family proteins are involved in myeloma cell survival. To date, their expression in multiple myeloma (MM) patients has mostly been analyzed at the RNA level. In the present study, we quantified for the first time the protein expression of the Bcl2‐family members using a capillary electrophoresis immunoassay in 120 newly diagnosed MM patients, aged ≤65 years, treated in the context of the PETHEMA/GEM2012 study. We found that the pattern of expression of Bcl‐2 family proteins was highly heterogeneous among patients. Although cases with t(11;14) had significantly higher levels of Bcl‐2/Bcl‐xL and Bcl‐2+Bim+Bax/Bcl‐xL ratios than those without t(11;14), the presence of this translocation was not synonymous with such high levels of expression. Conversely, some patients with other genetic alterations also showed higher levels of those ratios. Survival analysis revealed that the high expression of Bad and Puma proteins was associated with significantly longer overall survival (p = 0.001 and p

Upregulation of a cyclin D gene determined by expression microarrays is an almost universal event in multiple myeloma (MM), but this finding has not been properly confirmed at the protein level. For this reason, we carried out a quantitative analysis of cyclin D proteins using a capillary electrophoresis nanoimmunoassay in newly diagnosed MM patients. Exclusive expression of cyclin D1 and D2 proteins was detected in 54 of 165 (33%) and 30 of 165 (18%) of the MM patients, respectively. Of note, cyclin D1 or D2 proteins were undetectable in 41% of the samples. High levels of cyclin D1 protein were strongly associated with the presence of t(11;14) or 11q gains. Cyclin D2 protein was detected in all the cases bearing t(14;16), but in only 24% of patients with t(4;14). The presence of cyclin D2 was associated with shorter overall survival (hazard ratio =2.14; P=0.017), although patients expressing cyclin D2 protein, but without 1q gains, had a favorable prognosis. In conclusion, although one of the cyclins D is overexpressed at the mRNA level in almost all MM patients, in approximately half of the patients this does not translate into detectable protein. This suggests that cyclins D could not play an oncogenic role in a proportion of patients with MM (clinicaltrials gov. identifier: NCT01916252).

Para la cultura japonesa la sakura –esto es, los árboles de cerezo y la floración de los mismos– tiene un significado especial y espiritual: por un lado, representa lo efímera que es la vida y la mortalidad, debido a que el cerezo es un árbol cuya flor tiene una vida muy corta y, por otro, representa el renacimiento y el resurgir a través de vivencias difíciles y obstáculos de la vida. El presente trabajo pretende incidir en la problemática social del suicidio, analizando si la religión y, más concretamente, las comunidades religiosas funcionan como factor protector frente al suicidio o frente a la ideación suicida. Es decir, si las relaciones sociales y de amistad que se forjan compartiendo una fe en el seno de las comunidades religiosas favorecen la prevención del suicidio. En este sentido, se ha llevado a cabo una investigación empírica de corte tanto cualitativo como cuantitativo, con el objetivo de conocer la opinión cercana y las experiencias vividas dentro de las comunidades religiosas en torno al suicidio. Así, se han llevado a cabo tres entrevistas con líderes de tres religiones seleccionadas –católica, evangélica y musulmana– y, por otra parte, se ha elaborado un cuestionario dirigido a personas que profesen alguna de las tres religiones referidas y que pertenezcan o hayan pertenecido a una comunidad religiosa. El tipo de muestreo utilizado para seleccionar a los participantes que respondieron al cuestionario fue no probabilístico por conveniencia, resultando una muestra de n=90 (30 personas de cada religión). Los resultados obtenidos muestran que las personas pertenecientes a una comunidad religiosa pueden disponer de una red de apoyo consolidada con la que compartir sus sentimientos y emociones, lo cual se considera un factor protector frente al suicidio. También se evidencia que el hecho de tener una fe y una esperanza puede ser tranquilizador para la persona que esté pasando por momentos vitales difíciles.

La familia constituye el primer agente educativo y socializador de los niños, de tal forma que el grado y la forma de comunicación, el afecto, el control, las normas, etc. que cada familia ha tenido con sus hijos tendrán consecuencias, directas o indirectas, tanto en su desarrollo como en su integración social. El presente trabajo ahonda en la relación entre los estilos de crianza y la implicación de los padres con el rendimiento académico y el éxito escolar alcanzado por los hijos. En tal sentido, se realiza una investigación empírica de corte cuantitativo con la finalidad de poder examinar y observar cuáles son los factores de los estilos educativos parentales y las conductas reguladoras que influyen en el rendimiento escolar de los hijos. Como instrumento de recogida de datos se ha utilizado un cuestionario ad hoc de elaboración propia, conformado por 27 ítems, que ha sido aplicado sobre una muestra de jóvenes con edades comprendidas entre 18 y 25 años (n=163). Tras el análisis de los datos obtenidos se observa que los factores de control, motivación, afecto, exigencia, provisión de materiales y apoyo que los padres desarrollan sobre el rendimiento escolar de sus hijos parecen, efectivamente, intervenir en el rendimiento escolar de éstos y, por ende, en su éxito académico.

Actualmente, no pocas veces continúan vigentes patrones de comportamiento discriminatorio contra las personas que se encuentran en situación de pobreza, apoyados en mitos, falsas creencias, ideas estereotipadas, prejuicios y estigmas hacia las personas pobres o en situación de exclusión social. De esta forma, se genera una discriminación y, por tanto, un aislamiento y una revictimización de esas personas en situación vulnerable, que justifica el planteamiento de esta investigación. Así, el presente trabajo pretende indagar en las representaciones sociales acerca de las personas pobres, sirviéndose de una metodología cuantitativa no experimental. Se diseñó un cuestionario ad hoc, conformado por 27 ítems que combinan preguntas de escala tipo Likert, de opción múltiple, preguntas cerradas y preguntas abiertas y que fue aplicado a una muestra de n=160 participantes. Tras analizar e interpretar los datos, y de acuerdo a los resultados obtenidos, constatamos la existencia de creencias y pensamientos que muestran todavía índices negativos, que subrayan la necesidad de intervención, pues todavía queda pendiente un vasto trabajo de concienciación para que la sociedad sea capaz de reconocer y empatizar con los grupos sociales vulnerables y los problemas que sufren. A modo de conclusión, se enfatiza la importancia de una intervención psicosocial y educativa, indispensable para sensibilizar a la población, dar mayor visibilidad al colectivo, reducir las barreras que coartan su desarrollo y conseguir así su plena inclusión en la sociedad.

La Educación ha de concebirse de manera integral, abarcando todos los aspectos de la persona, incluido, por supuesto, el relativo a las emociones que esta y los demás experimentan. Esta afirmación ha ido cobrando cada vez más fuerza, de tal manera que, en la actualidad, la Educación Emocional ha adquirido una merecida importancia en todas las etapas vitales. Concretamente, en la adolescencia este proceso educativo es esencial para que los jóvenes aprendan a conocerse y a interactuar con las personas de una manera correcta, positiva y efectiva. Por ello, ya desde la más temprana infancia deben desarrollarse las competencias emocionales haciendo un buen uso de la Educación Emocional por parte de las familias y desde los centros educativos para asegurar que los niños puedan reconocer, comprender, regular y gestionar eficazmente sus emociones y no sucumban ante pensamientos negativos que pueden generar conductas desadaptativas y perjudiciales para su salud física y mental. En este sentido, el presente trabajo pretende analizar la influencia de los contextos educativos más próximos a los adolescentes, con el fin de investigar los pensamientos, la autoestima y las conductas de estos jóvenes en función de su Educación Emocional. Para ello, se ha utilizado un cuestionario elaborado ad hoc, conformado por 60 ítems, divididos en tres bloques (escala tipo Likert, respuestas múltiples y pregunta abierta); que fue aplicado a una muestra de adolescentes (n=226) en una franja etaria entre 12 y 18 años de edad, alumnos de Educación Secundaria correspondientes a los cursos comprendidos desde 1º de la E.S.O. hasta 2º de Bachillerato. De entre los resultados más significativos podemos destacar que la empatía ha sido la subcategoría con mayor puntuación por parte de todos los cursos analizados, mientras que el control emocional ha sido la menor valorada también por cada uno de los cursos.