Search

En cuarto de carrera, en una conferencia de proyectos nos explicaron en clase el ejemplo de la plaza de la Basílica en Madrid de n’UNDO que toco mi curiosidad y me hizo cuestionarme sobre mi forma de abordar los proyectos, ya que ellos planteaban un proyecto totalmente desde la resta y la reutilización. Hoy en día estamos en una situación crítica, los recursos naturales se están agotando, hacemos frente a una tendencia de superconstrucción. La huella ecológica está en constante crecimiento. Como futura arquitecta, sentí una responsabilidad de expandir mis conocimientos en cuanto a esas prácticas para poder, en un futuro ayudar a reducir los daños hechos por el mundo de la construcción. Sabiendo el contexto actual, me pareció imprescindible interesarme e investigar sobre este tema. Aunque hoy en día tenemos el concepto de sostenibilidad integrado era importante redefinir lo que implicaba en base a la arquitectura desde la renuncia. Para poder plantear una nueva forma de pensar la arquitectura fuera y dentro de la escuela, estudiar su evolución desde la resta, a lo largo del tiempo para entender el contexto y concluir que realmente la práctica de una arquitectura responsable. Gracias a este trabajo he podido aprender a ver otras dimensiones a la hora de plantear los proyectos preguntando en vez de lo que se podría hacer, que es necesario de hacer. Además, mi visión de lo que es un buen arquitecto ha cambiado. Ya que ahora podemos decir que no se define por lo que se construye sino porque lo que consigue no construir.