Yraeta vino a la Nueva España a mediados del siglo XVIII como emigrante guipuzcoano con doce años de edad. Después de una temporarda en Manila se fue a la ciudad de México donde se casó, se enraizó y prosperó como yerno de otro comerciante con intereses comerciales en Filipinas. Su carrera rnercantil cuajó en la segunda mitad del siglo cuando la Nueva España gozaba de una coyuntura extraordinaria: aumento de población, de producción argentífera y de comercio exterior con Cádiz, Manila, Guatemala, La Habana, Caracas, Guayaquil y Lima. Competente, responsable, exitoso y profundamente católico, Yraeta formó parte de la oligarquía mercantil en una capital colonial dominada por la colonia española. Resta saber si Yraeta fue arquetipo del burgués español enriquecido a fines de la colonia.