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En la hacienda de Cabo Español, hogar de ricos y malvados, Walter Godfrey da una fiesta por todo lo alto. Pero la velada se verá interrumpida por un pistolero tuerto que secuestra a su hija y al tío de esta, confundiéndolo con su amante John Marco. El detective Ellery Queen, de vacaciones en Cabo Español, logra rescatar a la hija de Godfrey. Pero poco durará la alegría: a la mañana siguiente de su liberación aparece asesinado John Marco, desnudo y envuelto en una capa española. El caso promete sacar a la luz muchos trapos sucios, ya que todos los huéspedes parecen tener algún vínculo vergonzoso con el muerto.

Georg Khalkis, eminente marchante de arte de Nueva York, fallece de un ataque al corazón tras haber pasado años recluido en su casa a causa de una ceguera degenerativa. Tras las exequias, su testamento desaparece. Las pesquisas de la policía no parecen dar fruto, motivo por el cual deciden pedirle consejo a un obstinado ratón de biblioteca, ávido lector de novelas policíacas. En el que será su primer caso como detective, Ellery Queen seguirá infinidad de pistas, casi todas ellas falsas. La deducción lógica parece ímproba ante un asesino implacable y experto que se prepara para dar su próximo golpe.

En plena canícula de agosto, un asesino en serie que se hace llamar El Gato siembra el terror en las calles de Manhattan. Selecciona a sus víctimas al azar y las estrangula con una cuerda de seda. Rosa salmón para las mujeres; azul cielo para los hombres. Y escapa sin dejar huella. A medida que los cadáveres aumentan y con una ciudad presa del pánico, Ellery Queen decide abandonar su retiro detectivesco para unirse al equipo investigador del que forman parte su padre, jefe de la brigada de homicios de la policía, y el psiquatra Edward Cazalis, encargado de trazar el perfil psicológico del asesino.

Andrés Choz siempre vivió por delante de su tiempo. A los 25 no disfrutaba de la juventud, pero se preparaba para los achaques de los 50. Cuando llega a la edad madura, llega también la mala noticia: a Andrés Choz le quedan solo seis meses de vida. ¿Cómo recuperar el tiempo? ¿Cómo realizar lo que tantas veces postergó? Andrés Choz se retira a un pueblo de la costa: seguramente en seis meses podrá completar esa novela de ciencia ficción que nunca se sentó a escribir. Enfrentado a una muerte segura, es la vida la que se interponerse en sus planes. ¿Será capaz Andrés Choz de aceptar la riqueza de lo cotidiano o, sin redención posible, seguirá ensimismado en su imposibilidad?