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Este trabajo presenta una alternativa teórica a la evaluación de la personalidad que selleva a cabo en la actualidad, basada casi exclusivamente en los cuestionarios. Primeramente, se comparan los procedimientos para evaluar aptitudes y personalidad. Asimismo, se critica el marco teórico desde el que se estudia la síntesis del desarrollo ontogenético del individuo en un momento dado. En el artículo, los autores plantean una concepción de la personalidad coherente con los modelos de aprendizaje. Esa concepción intenta integrar lo que la persona dice y lo que realmente hace como muestras de comportamiento a partir de las cuales la personalidad debe estimarse. Finalmente, se postula una alternativa a la evaluación tradicional de la personalidad. Esa alternativa está basada en una evaluación objetiva a través de tests comportamentales (de tarea) y se mencionan algunas de las características que tal forma de evaluación deben cumplir.

Este trabajo ofrece un procedimiento estadístico capaz de determinar el grado de consistencia intraindividual, independientemente de la medida utilizada. Se sugiere una adaptación del estadísito (pi) (rudas et asl., 1994). Se han llevado a cabo tres estudios para poner a prueba la conveniencia del estadísitco (pi) y la proporción de sujetos que actúan de forma consistente. Los resultados demuestran que la adecuación des estadístico propuesto, así como el porcentaje de individuos consistentes depende de su los ítems son equivalentes o no, y el número de alternativas de respuesta que poseen.

El objetivo de este trabajo consiste en presenter una alternative a las medidas tradicionales de personalidad basada en los datos T de Cattell. Una evaluación objetiva de la personalidad no debería evaluar lo que las personas dicen que hacen usualmente, sino más bien lo que hacen. En otras palabras, utilizando una metodología en la que las puntuaciones no estén basadas en la auto-evaluación de los individuos, ni en la necesidad de los evaluadores para interpretar los datos o para modificarlos. Además, utilizando tareas que exijan poca habilidad, lo que significa que todo paarticipante está homologado respecto a este criterio. De igual modo, los procedimientos de evaluación no ofrecen feedback sobre la actuación de los individuos. Sin feedbaxk, los participantes están, en parte, libres de las influencias del contexto de modo que no pueden aprender la respuesta correcta necesaria para obtener resultados positivos. Los propósitos de la evaluación deberían ser enmascarados. Esto significa que los sujetos no son informados sobre los objetivos de las tareas, más bien se les anuma a rrendir al máximom para obtener tantos puntos como puedan en una tarea fácil. Esta estrategia reduce los sesgos involuntarios y la distorsión de respuesta intencional que podría estar presente en las evaluaciones tradicionales de personalidad. Este trabajo preseenta tres pruebas diseñadas desde esta perspectiva, que evalúan cooperación, metodicidad y asunción de riesgo, así como los resultados en términos de fiabilidada y validez de las medidas obtenidas

El presente trabajo retoma el cásico debate sobre la consistencia en la Psiclolgía de la Personalidad. El origen del debate parte de la idea de una estructura universal de la personalidad que es defendida por los posicólogos del rasgo. Esta idea se expresa en la asunción ontológica que implica que todos los seres humanos son consistentes. Así, aunque dos son las fuentes de variación en las puntuaciones de los tests: los individuos y los items, no se han desarrollado procedimientos metodológicos ni analíticos que asignene diferentes valores a la consistencia intraindividual y a la consistencia de los ítems. Este trabajo propone un poecedimiento que permite estimar la proporción de sujetos consistentes e inconsistentes de manera independiente a la medida utilizada en una amplia muestra. El procedimiento es una adaptación al contexto de la psicometría del estadísitoc (pi) propuesto por Rudas, Clogg y Lindsay (1994) para el análisis de tabals de contingencia. En esta primera aproximación los datos permiten sostener que aproximadadmente un 60% de los sujetos se comportan de forma consistente. Con respecot al otro 40%, el método no permite determinar cual es la causa del desajuste al modelo, si la falta de consistencia u otra.

El propósito de este estudio ha sido el diseño de un test objetivo para la evaluación del comportamiento minucioso. La evaluación de la personalidad mediante pruebas objetivas (datos T) debe cumplir una serie de requerimientos: situación de contingencias abiertas y ausencia de interferencia de la competencia y la motivación. La conducta minuciosa se entiende como un patrón sistemático de comportamiento por el que las personas ejecutan una tarea de una forma ordenada y organizada. Para la evaluación de este patrón se ha diseñado una prueba informatizada. Los resultados muestran una amplia variabilidad en la distribución de puntuaciones, lo que apoya que la situación es de contingencias abiertas, así como ausencia de correlación entre los índices de competencia y motivación, por una parte, con las puntuaciones en minuciosidad. Adicionalmente, se presentan resultados de consistencia interna de la prueba y estabilidad temporal de las puntuaciones. Finalmente se discuten las posibilidades futuras de uso de pruebas objetivas para la evaluación de la personalidad.