Martín Turrero, Irene, Lescure Rodríguez, Javier, Lora Pablos, David, López Ejeda, Noemí, Vargas Brizuela, Antonio, Martínez Álvarez, Jesús Román, Marrodán Serrano, Dolores, Martín Turrero, Irene, Lescure Rodríguez, Javier, Lora Pablos, David, López Ejeda, Noemí, Vargas Brizuela, Antonio, Martínez Álvarez, Jesús Román, and Marrodán Serrano, Dolores
Objectives International growth charts have been used in the past decades to identify atypical growth and diagnose the nutritional status of individuals. The aim of this study was to construct and compare growth patterns of normo-nourished children between 6–59 months from Afghanistan, Haiti, and the Democratic Republic of the Congo, to assess if it would be worth developing growth charts at a national level. Methods We used an international sample of 46 466 subjects (53.7% female; 46.3% male) from the aforementioned regions. To create the growth charts, we used different statistical methodologies: the Lambda-Mu-Sigma (LMS), LMSP, and LMST models, and regression models based on fractional polynomials. The LMSP models were the ones that fitted our data best and were therefore the ones used to make comparisons between countries using percentiles (3rd, 50th, and 97th). Results We found that Haitian children were both, taller and heavier than their Afghan and Congolese equals of the same ages. Moreover, differences were bigger in the highest percentiles (i.e., 97th percentile). These differences might be the result of the influence that genetics and diverse social and environmental contexts have on growth rates. Conclusions Using the same international reference standards for all populations could result in the overestimation or underestimation of the proportion of malnourished children. In light of our results, we recommend the future development of national and regional growth charts to provide health workers with more precise tools to evaluate the nutritional status in the child population., La Organización Mundial de la Salud (OMS) diseñó normas y tablas de crecimiento para menores de cinco años a partir de un estudio semilongitudinal con datos de 8.500 niños y niñas de diferentes orígenes (Brasil, Ghana, India, Noruega, Omán y Estados Unidos). Dicho estudio, publicado en 2006, aplicó un modelo LMS y tenía por objetivo contar con patrones “internacionales” que pudieran utilizarse como referencia en todos los países del mundo. Especialmente para su utilización por parte de organizaciones humanitarias que trabajan en terreno diagnosticando la desnutrición infantil en situaciones de emergencia. En nuestro estudio, llevado a cabo en colaboración con Acción Contra el Hambre, construimos y comparamos las curvas de crecimiento de niños y niñas aparentemente sanos y normonutridos de tres países diferentes (Afganistán, Haití y República Democrática del Congo). Utilizamos una muestra de casi 122.000 sujetos (59.773 niños y 61.255 niñas) de las mismas edades y aplicamos diversos métodos matemáticos para el modelado de las curvas (LMS, LMSP, LMST y regresión polinómica). Los resultados mostraron por una parte, que el mejor modelo de ajuste fue el LMSP y por otra, que los menores de los tres países analizados crecen a diferente ritmo. Los niños haitianos entre 6 y 59 meses, tienen un mayor tamaño corporal que sus iguales congoleños y afganos, tanto en peso como en longitud o talla y estas diferencias son especialmente llamativas en los percentiles más altos. Teniendo en cuenta esta evidencia, es necesario reconsiderar si la utilización de idénticos estándares para todas las poblaciones del mundo es apropiado. Si las velocidades de crecimiento de los niños con distinto origen poblacional no son iguales, como aquí se ha demuestra, las tablas internacionales de la OMS pueden llevar fácilmente a un diagnóstico erróneo, sobreestimando o subestimando las tasas de desnutrición crónica o de bajo peso. Sin negar el valor de los estándares de la OMS, surge la necesidad de de, Universidad Complutense de Madrid (UCM), Depto. de Biodiversidad, Ecología y Evolución, Fac. de Ciencias Biológicas, TRUE, pub