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Resumen del trabajo presentado a la 7ª Reunión de la Red Tematica Bal: "Participación de las Bacterias Lácticas en la Salud Humana y en la Calidad Alimentaria" celebrado en Madrid del 4 al 5 de julio de 2013., La capacidad de adhesión a las células epiteliales del intestino constituye un criterio importante a tener en cuenta para la selección de cepas con potencial probiótico. Así, la capacidad de adhesión a componentes de la mucosa gastrointestinal es considerada como una propiedad fundamental para la colonización y para manifestar los efectos beneficiosos sobre la salud que proveen los probióticos en su interacción con el huésped. La autoagregación de cepas probióticas parece jugar un papel fundamental en la adhesión al epitelio intestinal, mientras que la capacidad de coagregación puede desarrollar una barrera que impida la colonización de bacterias patógenas. Algunas características físico-químicas de la superficie celular, tales como la hidrofobicidad, también pueden afectar a la capacidad de adhesión bacteriana. Durante la caracterización de la colección de bacterias lácticas de nuestro laboratorio, aisladas de leche cruda y quesos artesanales, hemos podido observar cómo ciertas cepas de Lactobacillus plantarum muestran un fenotipo de autoagregación, mostrando de esta manera capacidad para formar agregados visibles tras la agitación vigorosa del cultivo. Así, en este trabajo se ha evaluado la correlación entre ciertas propiedades físico-químicas de la superficie celular y la capacidad de adhesión de cepas de Lactobacillus plantarum que fueron previamente seleccionadas por poseer este fenotipo de agregación. Para ello, se han llevado a cabo ensayos de hidrofobicidad, autoagregación, coagregación y adhesión a células intestinales Caco-2., Los resultados mostraron que las cepas con mayor capacidad de autoagregación (que se correlacionó con el fenotipo visualmente observado tras 24 h de incubación del cultivo) fueron las que mostraron los mayores niveles de coagregación con los microorganismos ensayados Listeria monocytogenes, Staphylococcus aureus y Escherichia coli. Asimismo, se constató una relación positiva entre autoagregación y adhesión a células Caco-2, si bien se observó que otros factores, además de la capacidad de autoagregación, deben influir en la capacidad de adhesión. Por otra parte, no se observó ninguna relación entre hidrofobicidad y capacidad de adhesión para todas las cepas evaluadas. Todos estos resultados sugieren que la capacidad de autoagregación de las cepas bacterianas así como su capacidad de coagregación con cepas patógenas pueden ser utilizadas como un primer paso a la hora de seleccionar cepas con potencial uso probiótico.