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Memoria ID-0223. Ayudas de la Universidad de Salamanca para la innovación docente, curso 2015-2016.

Memoria ID12-0122. Ayudas de la Universidad de Salamanca para la innovación docente, curso 2012-2013.

Memoria ID12-0059. Ayudas de la Universidad de Salamanca para la innovación docente, curso 2012-2013.

[ES] El concepto de fisioterapia invasiva fue introducido por primera vez por el profesor Orlando Mayoral Del Moral en 2001 y engloba al conjunto de técnicas de tratamiento en las que el agente físico empleado se aplica percutáneamente, es decir, a través de la piel del paciente. El medio físico utilizado puede ser únicamente un estímulo mecánico mediante diferentes tipos de agujas, como en el caso de la punción seca o la acupuntura. Sin embargo, la fisioterapia invasiva también alude a aquellas técnicas que combinen la aplicación de este estímulo mecánico con el empleo de otro agente físico (calor o corriente eléctrica) que actúe a través de uno o varios electrodos de aguja. Ejemplos de abordajes que aplican la corriente a través de agujas son la electroestimulación de los puntos gatillo miofasciales, la estimulación nerviosa eléctrica percutánea (Percutaneal Electrical Nerve Stimulation – PENS –), la electro-acupuntura o la electrólisis percutánea. También pueden ser incluidas en este apartado las técnicas de mesoterapia, que utilizan las agujas para inyectar fármacos en el tejido celular subcutáneo. La World Confederation for Physical Therapy (WCPT) y las principales asociaciones mundiales de fisioterapia, consideran las técnicas invasivas dentro de las competencias del fisioterapeuta. No obstante, cada país es el encargado de establecer el límite de competencias para el ejercicio profesional de la fisioterapia. En España, ciertos abordajes con aguja como la punción seca se consideran competencia propia del fisioterapeuta desde la Resolución 05/2011 del Consejo General de Colegios de Fisioterapeutas de España (CGCFE). Además, desde 2017 se ha incorporado a la Asociación Española de Fisioterapeutas (AEF) un subgrupo independiente sobre fisioterapia invasiva (AEF-INV). Actualmente, el término de fisioterapia invasiva se ha implementado en un gran número de formaciones de grado y, especialmente, de posgrado. De esta manera, su uso se ha extendido en la actividad clínica de los fisioterapeutas y las técnicas percutáneas se han convertido en una parte importante del arsenal terapéutico fisioterápico. La aplicación de la fisioterapia invasiva debe realizarse bajo el amparo del razonamiento clínico, aunando la evidencia científica y la experiencia clínica. Las investigaciones en este ámbito de la fisioterapia cada vez son más numerosas, pero al tratarse de técnicas de origen reciente, aún falta un largo camino por recorrer para conseguir aportar una base más sólida a este tipo de tratamientos.

Las lesiones musculares son las que presentan más alta incidencia de todas las lesiones deportivas. La musculatura isquiosural es con frecuencia la mayormente afectada. Múltiples gestos deportivos requieren su activación como consecuencia de la particular anatomía y biomecánica que presenta. La falta de perspectiva pronóstica y alta tasa de recidiva en este tipo de lesiones, hace que surja la necesidad de emplear una nomenclatura común con un enfoque histoarquitectónico, clasificaciones específicas para cada músculo y tratamientos basados en la fisiología de la regeneración muscular. Se presenta el caso clínico de un paciente con una lesión en el tendón común de los isquiosurales. El objetivo de este trabajo es proponer un protocolo fisioterápico válido e individualizado. Se plantea un tratamiento dividido en tres fases cuya progresión irá en función de la clínica del paciente y el diagnóstico por imagen ecográfica, teniendo en cuenta las etapas fisiológicas de la reparación muscular después de una lesión. Dicho protocolo se basa en la disminución del dolor, la recuperación de la movilidad articular y la ganancia de fuerza, elasticidad y control neuromuscular en los isquiosurales a través de un tratamiento activo por parte del paciente. Como resultado se consiguió finalmente una recuperación funcional completa.

La luxación recidivante de rótula es una lesión con notable incidencia en nuestra sociedad, que se presenta de forma habitual en gente joven, deportista y con una serie de factores predisponentes. Esta luxación recidivante provoca la insuficiencia del ligamento patelofemoral medial (LPFM), principal estabilizador estático de la traslación lateral de la rótula durante los 20-30º de flexión. Este hecho, unido a que no se han logrado obtener resultados satisfactorios tanto en el tratamiento conservador como en el quirúrgico en esta patología, ha llevado a que, en el momento actual, se opte por reconstruir este ligamento de forma quirúrgica, obteniéndose resultados esperanzadores. Se presenta el caso clínico de un paciente que, tras tres intervenciones quirúrgicas para tratar su luxación recidivante sin apenas resultado, se le realizó una reconstrucción del LPFM. El objetivo de este trabajo es proponer un protocolo de tratamiento fisioterápico para esta intervención novedosa. Dicho protocolo se basó en la recuperación de la movilidad articular, control del dolor postoperatorio y reequilibración de la musculatura. Como resultado se consiguió finalmente una recuperación funcional completa y sin recidivas posteriores.

Introducción: el ligamento cruzado anterior (LCA) es una estructura anatómica importante en la rodilla, aporta la mayor parte de la estabilidad a la misma. La rotura de este ligamento es bastante común, dando lugar a grandes problemas de estabilidad, si no se tratan, pueden provocar la aparición de otros, tales como lesiones meniscales y condrales. La forma de tratar esta lesión es mediante una intervención quirúrgica de reconstrucción del ligamento. Objetivos: establecer un plan de tratamiento (tras ligamentoplastia del LCA) que no concluya en el tratamiento fisioterápico puro, si no que continúe con la fase de readaptación, en la que se pretende recuperar las capacidades físicas perdidas y prevenir futuras lesiones. Desarrollo del caso clínico: se realiza un seguimiento de un único caso con una duración de 5 meses. Durante este seguimiento se ejecuta un plan de ejercicios, con los que se trabaja de forma progresiva en el paciente. Esta intervención comienza con trabajo del arco plantar para elevarlo y prevenir un mayor valgo de rodilla. La evolución de los ejercicios continúa con trabajo isométrico, seguido de trabajo concéntrico y acabando con excéntrico. Una vez dominado el trabajo excéntrico la readaptación finaliza con el trabajo de carga. Resultados y conclusión: los resultados obtenidos muestran una mejora de las capacidades físicas previas a la lesión, por lo que se podría decir que la fase de readaptación es beneficiosa y necesaria en una lesión de este tipo.

La lesión de LCA es una de las lesiones ortopédicas de rodilla más comunes y a pesar de los avances en la técnica quirúrgica y en los protocolos existe un gran porcentaje de pacientes que vuelven a desgarrar el injerto. Los principales problemas después de la operación son las inestabilidades rotacionales y de cajón anterior crónicas, y las fallas de la plastia. Para solucionarlo, se han investigado diferentes intervenciones complementarias a la reconstrucción intracapsular. Una de las intervenciones que más resultados positivos está dando es la técnica extraarticular de Lemaire modificada. Con esta cirugía extra se logra sustituir la función del Ligamento anterolateral, que ha sido desgarrado en el mecanismo lesional. El éxito lo obtenemos debido a que se ha demostrado que el ligamento es capaz de controlar los grados de rotación interna en ángulos mayores a 35º de flexión, grados en los que el LCA no puede limitar debido a su pequeño brazo de palanca. Con estas premisas se recibe un paciente intervenido por segunda vez del LCA, ésta vez, junto con la técnica extraarticular. El fin del trabajo fue recabar toda la máxima información del paciente para poder desarrollar un seguimiento y tratamiento individualizado actualizado con la evidencia científica actual disponible y poder sacar conclusiones del uso o no de la técnica quirúrgica complementaria.

Las luxaciones anteriores y posteriores de la articulación glenohumeral son patolo-gías frecuentes en la sociedad actual. La gran incidencia de pacientes que desarrollan inestabilidad recurrente de la articulación, hace necesario realizar un buen protocolo de inmovilización, rehabilitación o recuperación funcional y readaptación deportiva (en algunos casos), para conseguir un signo predictivo de mejor pronóstico de los pacientes. En este trabajo se expone dos casos clínicos reales, en los que se mostrará un tratamiento fisioterápico para cada patología, los cuales tendrán similitudes y dis-crepancias. A pesar de conseguir buenos resultados en ambos pacientes, no ha sido posible basar dichos procesos terapéuticos en la evidencia científica actual por la gran disparidad de opiniones que hay entre los autores. Por todo ello, es necesario realizar más estudios para efectuar un tratamiento fisioterápico final que se base en la evidencia y que consiga la ansiada recuperación funcional completa de los pacientes.