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Natural salt licks are places with high concentrations of minerals and clays, where various species perform geophagy. In this note, we present records of land mammals in a salt flat located in the middle basin of the Caquetá River, within the Nonuya Villazul indigenous reservation. Four trap chambers were used and a total of four mammal species were registered, of which the most frequent was Cuniculus paca. Three of the registered species have a mostly frugivorous diet and are commonly registered in Amazonian salts. Myrmecophaga tridactyla is the only registered mammal that does not perform geophagy. Natural salts are places of ecological and conservation importance, since in them diversity of mammals converge mainly herbivores, however, to understand the characteristics that influence the presence or abundance of these species in salty, a greater effort of sampling is necessary in these and other ecosystems with the presence of salty., Los salados naturales son lugares con altas concentraciones de minerales y arcillas, donde diversas especies realizan geofagia; en esta nota se presentan registros de cuatro especies de mamíferos terrestres, en un transecto lineal ubicado en un salado en la cuenca media del río Caquetá dentro del Resguardo Indígena Nonuya Villazul. Se utilizaron cuatro cámaras trampa, con un esfuerzo de muestreo de 136 días/trampa; la especie más frecuente fue Cuniculus paca, la cual junto con Dasyprocta fuliginosa y Pecari tajacu, además de realizar geofagia, presentan una dieta mayormente frugívora, mientras que Myrmecophaga tridactyla consume insectos y fue registrada en la cámara más distante del salado. Los salados naturales son lugares de importancia ecológica y de conservación, ya que en ellos converge una alta diversidad de mamíferos principalmente herbívoros, no obstante, para entender las características fisicoquímicas de hábitat, paisaje y antrópicas influyen sobre la presencia o abundancia de estas especies; es necesario realizar estudios con mayor esfuerzo de muestreo en la Amazonía colombiana.

Depuis les 35 dernières années, plusieurs chercheur(e)s ont travaillé sur l’automédication chez les primates non humains et ont expliqué la manifestation de certains comportements par l’automédication thérapeutique ou prophylactique. Toutefois, une analyse attentive de ces études révèle qu’elles sont souvent teintées d’anthropomorphisme, qu’elles présentent des lacunes quantitatives et qu’elles reposent parfois sur des suppositions, et non sur des preuves. Pour ces raisons, nous proposons dans un premier temps une revue critique des études sur l’ingestion de feuilles, sur la géophagie, sur le frottement de fourrure et sur l’évitement des contaminations fécales. Par ailleurs, puisqu’aucune étude à notre connaissance ne s’est vraiment attardée aux mécanismes qui pourraient expliquer la présence de comportements automédicaux, nous nous attardons dans un deuxième temps aux mécanismes de l’apprentissage individuel (par conditionnement opérant) et de l’apprentissage social (et à la question de culture proprement automédicale). Une analyse ayant ces deux objectifs révèle l’existence de mécanismes pouvant expliquer l’automédication et, par conséquent, l’existence probable de comportements automédicaux, mais invite malgré tout à la patience : de nouvelles études sur le sujet s’avèrent essentielles. Since the last 35 years, many researchers have worked on self-medication in non-human primates, and have explained the manifestation of some behaviours by therapeutic or prophylactic self-medication. However, an attentive analysis of these studies reveals that they are often anthropomorphic, that they have quantitative gaps, and that they rely sometimes on suppositions, and not on evidence. For these reasons, we propose at first a critical review of the studies on leaf-swallowing, on geophagy, on fur-rubbing, and on avoidance of fecal contamination. Furthermore, because to our knowledge no study so far has really focused on the mechanisms that could explain the presence of self-medicating behaviours, we deal secondly with the mechanisms of individual learning (by operant conditioning) and of social learning (and with the question of a specifically self-medicating culture). An analysis with these two objectives reveals the existence of mechanisms that could explain self-medication and, consequently, the likely existence of self-medicating behaviours, but indicates nevertheless that we must be patient: new studies on this topic are essential. Después de los últimos 35 años, varios investigadores han venido trabajando sobre la automedicación en los primates no humanos, y han explicado la manifestación de algunos comportamientos a través de la automedicación terapéutica o profiláctica. No obstante, un análisis atento de esos estudios muestra que ellos son a menudo antropomórficos, pues tienen lagunas cuantitativas y se apoyan a veces en suposiciones, y no en pruebas. Por dichas razones, proponemos en primer lugar revisar críticamente los estudios sobre la ingestión de hojas, la geofagia, el frotamiento de piel y el hecho de evitar las contaminaciones fecales. Además, porque ninguno estudio se concentra en los mecanismos que podrían explicar la presencia de comportamientos automédicos, hablaremos en segundo lugar de los mecanismos del aprendizaje individual (por condicionamiento operante) y del aprendizaje social (y de la cuestión de cultura propiamente automédica). Un análisis con estos dos objetivos revela la existencia de mecanismos que podrían explicar la automedicación y, por consiguiente, la existencia probable de comportamientos automédicos, pero invita a pesar de todo a la paciencia : nuevos estudios sobre este tema son vitales

Geophagy, or soil ingestion, is known from a wide range of animal taxa but is particularly common among macaws and parrots in the family Psittacidae. Current theory suggests that Neotropical parrots ingest soil to neutralize toxins in food such as seeds and unripe fruit and as a mineral supplement. Here, we document the occurrence of geophagy at a site in lowland forest in Bolivia. We recorded six species of parrot with a maximum of 1,044 birds on any one day. Aratinga weddellii, Pionus menstruus and Ara severa (maxima of 654, 337 and 108 birds respectively) were the most numerous species visiting the site. We recommend that the Valle de la Luna be afforded formal protection by incorporating the site into the nearby Parque Nacional Carrasco. Geofagia, o consumiendo suelo, es conocido en un gran variedad de grupos de animals, pero es particularmente común entre las gucamayas y los loros de la familia Psittacidae. La teoría en curso sugere que los loros Neotropicales comsumen suelo para neutralizar toxinas en la dieta como semillas y frutas inmaduras y como suplemento mineral. Aqui, documentamos el acontecimiento de consumiendo suelo a un sitio en la selva de tierra-baja en Bolivia. Recordamos seis especies de loro con un maximo de 1,044 aves en un día. Aratinga weddellii, Pionus menstruus y Ara severa (con maxima de 654, 337 and 108 aves por cada una) estaban las especies mas numerosas que visitaron esto sitio. Recomendamos la protección formal para el Valle de la Luna por incorporando esto sitio en el Paque Nacional Carrasco.

El presente artículo resume la evidencia que existe sobre el uso que se le da a 24 tipos de tierras por los pobladores de los Andes Centrales, ya sea como complemento alimenticio o como medicina. Las muestras analizadas provienen de contextos arqueológicos y de muestras adquiridas en los mercados locales. Las tierras incluyen un grupo de filosilicatos, otro grupo se compone de tierras sódicas y de calcio, otro de minerales de azufre, y el último corresponde a un grupo compuesto por hierro y sales de cobre. La evidencia arqueológica del uso de los principales minerales se remonta a por lo menos cinco mileniosThis paper summarizes the evidence for 24 different earths utilized as food supplements or medicines by peoples of the Central Andes, based on current market samples and archaeological specimens. The earths include a phyllosillicate cluster, a sodium and calcium earth cluster, a sulfur mineral cluster, and an iron and copper salt cluster. Archaeological evidence for usage of the main minerals dates back at least five millennia