A relatively frequent clinical finding in children is an asymmetric tonsil, which can have multiple etiological possibilities, including a malignant disease. The clinical finding of tonsillar asymmetry is found in approximately 2% of the pediatric population. The incidence of malignancy in the tonsils is low, estimated as 2.5 cases per 10,000 tonsillectomies. Due to its low incidence, the diagnostic tonsillectomy is not justified when tonsillar asymmetry is the only clinical finding. However, it is necessary to identify the critical clinical findings of high suspicion of malignancy that justify the performance of immediate surgery in the pediatric population.We present the case of a 10-year-old male patient. Four months before admission, the patient started with pharyngodynia and dysphagia, treated as recurrent tonsillitis. Due to exacerbation of the symptoms, orthopnea, and B symptoms, the patient came to consultation; tonsillar asymmetry was observed predominantly on the left side, with exophytic lesions extending to the hypopharynx. We decided to perform an incisional biopsy and tracheostomy due to compromised airway; histopathological diagnosis came back as B-cell lymphoma.Given the clinical scenario of recurrent tonsillitis, unresponsive to conventional medical treatment with antibiotics, tonsillar asymmetry with suspicious tonsillar appearance accompanied by symptoms such as fever, diaphoresis, cervical lymphadenopathy, obstructive symptoms in a pediatric patient, it is necessary to refer the patient to the specialist for timely diagnosis and treatment.La asimetría amigdalina es un hallazgo clínico relativamente frecuente en los niños. Se ha reportado en el 2% de la población pediátrica e incluye múltiples etiologías, entre ellas enfermedad maligna. La incidencia de malignidad es baja: se estima en 2.5 casos por cada 10,000 amigdalectomías. Por tal motivo, cuando se observa asimetría amigdalina como único hallazgo en la exploración física no se justifica la amigdalectomía con fines diagnósticos. Sin embargo, la incertidumbre de malignidad en el médico y en el paciente obliga a considerar los datos clínicos que permitan sospecharla y justificar la intervención quirúrgica.Se presenta el caso de un paciente de sexo masculino de 10 años. Inició su padecimiento 4 meses previos a su ingreso hospitalario con faringodinia y disfagia, que fueron diagnosticadas y tratadas como amigdalitis recurrente. Acudió al hospital por agudización de los síntomas, evolucionando con ortopnea y síntomas B. En la exploración física se apreció asimetría amigdalina con aumento de volumen en la amígala izquierda extendida hasta la hipofaringe. Se decidió realizar una biopsia incisional y traqueostomía por compromiso respiratorio. El diagnóstico histopatológico fue linfoma de células B.Ante un paciente pediátrico con amigdalitis recurrente, que no cede al tratamiento médico convencional y presenta asimetría amigdalina con aspecto sospechoso, acompañada de síntomas como fiebre, diaforesis, adenopatías cervicales y síntomas obstructivos, se deberá referir con el especialista para su diagnóstico y tratamiento oportunos.