La enfermedad tromboembólica venosa (ETEV) se relaciona con una mortalidad y morbilidad considerables. El trata- miento fundamental ha sido el uso de las heparinas de bajo peso molecular junto a los antagonistas de la vitamina K, en donde la evidencia científica ha demostrado la eficacia y seguridad suficientes en el tratamiento y la prevención secun- daria de la ETEV. No obstante, dicho tratamiento no está exento de complicaciones como el riesgo hemorrágico eleva- do a corto y largo plazo, la inconveniencia del tratamiento parenteral para el paciente, la necesidad de monitorización y las abundantes interacciones farmacológicas, que llegan a limitar la calidad de vida de forma considerable. Es por ello por lo que el uso de los anticoagulantes orales de acción directa (ACOD) ofrecen una alternativa eficaz y segura en los pacientes con ETEV respecto al tratamiento estándar, en pacientes sin cáncer. Sin embargo, en pacientes con cáncer, en donde el riesgo de recurrencia y sangrado es mucho mayor, la evidencia de los ACOD es todavía escasa.