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La realidad social es presentada algunas veces como si fuera real, otras veces como si estuviera oculta por las apariencias. El estudio de la sociedad debe tener en cuenta ambas cosas: como manifiestación real y como apariencia que oculta algo. El que la gente piense que las cosas han de adoptar ciertas formas, no significa que tenga que ser así; pero no puede ignorarse lo que la gente piense, ya que esto produce sus propios efectos sociales. Es necesario considerar la realidad tanto como un objeto relevante para el estudio científico como por su apariencia: este aspecto de la complejidad de la realidad social no puede ser exagerado.