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El manejo de los residuos en el municipio de Benito Juárez ha enfrentado durante diferentes periodos deficiencias que han repercutido en la salud pública de los pobladores, en la imagen urbana y en los recursos naturales. Como respuesta la administración del municipio de Benito Juárez 2011-2013, propuso como política pública la descentralización del manejo de residuos sólidos urbanos, donde se incluyeron estrategias para fomentar la prevención, valorización y tratamiento, además de las etapas que típicamente atienden la mayoría de los municipios en México, la recolección y disposición final. El resultado fue la creación del Organismo Público Descentralizado (OPD) SIRESOL Cancún, institución encargada de desarrollar esta tarea desde principios del año 2012, teniendo como objetivo principal contribuir a mejorar la gestión integral de residuos en el municipio de Benito Juárez. Dada la importancia del problema abordado se hizo necesario conocer los resultados de la intervención realizada por la autoridad, sin embrago el proceso de evaluación de la actuación en el ámbito municipal normalmente está ausente o es laxo. Recientemente está cobrando importancia, un factor importante ha sido la adopción de nuevos esquemas de rendición de cuentas como el presupuesto basado en resultados donde la evaluación debe ser un ejercicio que debe formar parte importante dentro de la vida municipal. A más de dos años de la creación del OPD SIRESOL Cancún, y con el objetivo de medir el resultado de las estrategias adoptadas, se llevó a cabo la evaluación del proyecto revisando que su diseño, procesos y resultados, cumplan con los criterios de pertinencia, eficiencia e impacto sobre los actores principales dentro de la problemática del manejo de residuos en el Municipio. Los resultados de esta evaluación, permitieron identificar deficiencias en el diseño del proyecto y la falta de cumplimiento de los resultados planteados, lo que en algunos casos fue causa directa de los errores registrados en el planteamiento del proyecto sin embargo esta situación también denotó la falta de seguimiento y evaluación de las estrategias planteadas en el proyecto. El ejercicio realizado demuestra la importancia de la práctica formal del seguimiento y evaluación de los programas. Estas actividades contribuyen al uso adecuado de recursos, al fortalecimiento de la gestión municipal, así como a la elaboración de políticas públicas que atiendan desde el origen las problemáticas sentidas por los gobernados y no sean solamente acciones paliativas que pretendan conseguir beneficios políticos para sus grupos.