Este ensayo-comentario, resalta al poder y al deseo como fuerzas que al entrar en relación, hacen posible la resistencia entendida como el entre-dos, resistencia que produce subjetivación en la que la unidad del yo es rota, dejando entrever así el devenir o el sin-sentido. Al poner en evidencia la relación de fuerzas, el ensayo-comentario hace visibles ligazones de la investigación no solamente con los trabajos de Michel Foucault y Giles Deleuze, sino también con Gabriel Tarde y la micro-sociología, ligazones que pretenden romper con las concepciones tradicionales que han abordado el problema de la violencia, todas ellas causales o esencialistas, abriendo caminos alternos para pensar la subjetividad y con ella, la cultura.