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Objectives:To report the most frequent signs in ocular rosacea and evaluate their association with skin findings.Materials and Methods:Fifty-one patients diagnosed with rosacea by a trained dermatologist were evaluated by an ocular surface specialist. A complete ophthalmological examination was performed.Results:In our study, the prevalence of ocular signs in patients with rosacea was 74.5%. The average age at presentation was 50 years and women were more affected than men. The most common findings were lid margin erythema, meibomian gland dysfunction, and blepharitis. Fifteen patients had decreased visual acuity due to complications related to rosacea such as leukoma and corneal neovascularization. Interestingly, patients that had the lowest visual acuity presented with dermatological signs of papules and pustules (p=0.001) and rhinophyma (p=0.023). Two patients who showed subepithelial fibrosis and fornix foreshortening were diagnosed as having ocular cicatricial pemphigoid (OCP) by immunohistopathological analysis of conjunctival specimens.Conclusion:Ocular compromise is common in rosacea. Our study shows that there might be a relationship between the severity of ocular involvement and certain subtypes of cutaneous disease. Rosacea and OCP may coexist. In cases that present with conjunctival fibrotic changes, a diagnostic biopsy is mandatory.

Persiguiendo el objetivo final de realizar un aporte que contribuya a salvar el marcado déficit estratégico que denotan la mayoría de las pymes familiares, tan importantes en los escenarios actuales para el desarrollo de las economías regionales, se diseña un modelo de Cuadro de Mando Integral (CMI) considerando de manera holística las expectativas de todos los stakeholders en un marco socialmente responsable. Mediante una revisión teórica de escritos relacionados a Gestión Estratégica, CMI, y Teoría de los Stakeholders, por un lado, se destacan las potencialidades de la herramienta describiendo la evolución de la propuesta inicial de Kaplan y Norton. Por otro, se sistematizan las críticas y limitaciones que otros autores señalan sobre la misma, agrupándolas en tres ejes: aquellas que cuestionan su aplicabilidad para cierto tipo de empresas, las que marcan la excesiva simplicidad con la que se abordan las relaciones en el modelo, y las que enfatizan el sesgo hacia la satisfacción de intereses de un solo grupo en particular. Bajo estos lineamientos, se propone un modelo alternativo de un CMI ‘Rueda’, con el concepto de valor en el centro, como objetivo a maximizar para todos los stakeholders, que son representados en las distintas perspectivas. Se profundiza, a su vez, el análisis de las relaciones lógicas entre los objetivos en un modelo mental que contemple una dinámica de sistemas complejos, como lo son las organizaciones. La aplicación de esta técnica (CMI) se lleva a cabo con un enfoque de gestión integral basado en la estrategia, bajo el paradigma de la Teoría de los Stakeholders, que postula una nueva mentalidad a la hora de pensar los negocios, uniendo en forma inescindible los conceptos de ética y capitalismo, en pos de un desarrollo sustentable a largo plazo.