espanolAntecedentes y objetivo: la incidencia de la endofuga tipo I proximal (Ia) en pacientes con aneurismas de aorta abdominal (AAA) que fueron tratados por via endovascular todavia es objeto de controversia. Los datos disponibles en la literatura se basan en estudios iniciales con dispositivos que fueron retirados del mercado, aplicando tacticas operatorias y de seguimiento obsoletas, o, por otro lado, en publicaciones actuales con nuevas tecnologias, pero que presentan solo seguimientos a corto y medio plazo. Para tal fi n, el objetivo del estudio fue evaluar en una seleccion de pacientes las caracteristicas anatomicas del cuello proximal y relacionarlas con la aparicion de una endofuga tipo Ia. Material y metodo: analizamos retrospectivamente los datos clinicos y morfologicos de pacientes sometidos a tratamiento endovascular del AAA que completaron al menos 24 meses de seguimiento sin complicaciones. Las variables clinicas a largo plazo a estudiar fueron la endofuga tipo Ia y su consecuente ausencia de reintervencion (AR), la supervivencia, la mortalidad relacionada con el aneurisma (ruptura, conversion, nueva operacion) y la progresion del diametro aortico suprarrenal e infrarrenal. Los diametros aorticos (D) se midieron a nivel del tronco celiaco (D1), en la arteria mesenterica superior (D2), a nivel de las arterias renales (D3 mas proximal y D4 mas dista) y 1 cm por debajo de la arteria renal mas baja (D5). Se compararon los diametros aorticos preoperatorios (T0) y en seguimiento (T1) mediante la prueba t-apareada. La supervivencia y la AR se evaluaron mediante analisis de Kaplan-Meier. Resultados: se evaluaron 76 pacientes con una edad media de 72 anos (rango de 60 a 84 anos) y un diametro medio del aneurisma de 56 mm (rango de 48 a 100 mm). El seguimiento promedio fue de 61 meses (de 24 a 106 meses). Se detectaron 8 endofugas tipo Ia, de las que se trataron 6. La supervivencia y la tasa de AR a los 3, 5 y 8 anos fue del 100%, 80,1% y 51,8%, y del 98,6%, 96,8% y 84,6%, respectivamente. Todos los diametros aorticos suprarrenales e infrarrenales aumentaron signifi cativamente durante el seguimiento. El porcentaje de crecimiento de los segmentos aorticos estudiados, comparando el estudio preoperatorio (T0) con el ultimo durante el seguimiento (T1), fue del 4,7% para D1 (T0, 27,2 ± 3,6 mm a T1, 28,5 ± 3,85 mm, p En el analisis univariado, la endofuga tipo Ia se asocio al valor de D5, a un cuello proximal menor a 10 mm de longitud y a la trombosis de mas del 50% de la circunferencia del cuello proximal. En el estudio multivariado, un valor creciente de D5 y la trombosis signifi cativa en el cuello proximal fueron predictores de endofuga tipo Ia a largo plazo. Conclusion: el estudio nos permitio detectar a una subpoblacion de pacientes con mayor incidencia de endofuga tipo Ia: aquellos que en el momento de la cirugia tuvieron trombos en mas del 50% de la circunferencia del cuello proximal y un diametro aortico a nivel de D5 mayor o igual a 30 mm. Por otro lado, si bien el agrandamiento del cuello proximal despues del tratamiento endovascular fue universal, vimos que tiene importancia clinico-quirurgica, especialmente en los pacientes con un diametro de cuello inicial de 30 mm o mas. Esta caracteristica, asociada a su evolucion, deberia justifi car la realizacion de algun tratamiento alternativo que impida la produccion de endofugas proximales a largo plazo. EnglishBackground and objective: the incidence of proximal type I endoleak (Ia) in patients with abdominal aortic aneurysms (AAA) who were treated by the endovascular repair (EVAR) is still controversial. The data available in the literature are based on studies with devices withdrawn from the market, under obsolete technical, technological and follow-up protocols, or, otherwise, on current publications with new technologies but with only short and medium follow up. The aim of this study was to evaluate anatomical characteristics of the proximal neck and the relationships with the developed of a late type Ia endoleak. Material and method: we retrospectively analyzed the clinical and morphological data of patients, and who received an EVAR and completed at least 24 months of follow-up without complications. The long-term end points were type Ia endoleak, freedom from reintervention (FFR), survival, AAA-related mortality, and infrarenal and suprarenal aortic diameter progression. The aortic diameters (D) were measured on three-dimensional workstation center lumen line reconstructions, at the level of the celiac trunk (D1), in the superior mesenteric artery (D2), at the level of the renal arteries (D3 and D4) and 1 cm below the lowest renal artery (D5). Preoperative (T0) and follow-up (T1) aortic diameters were compared using the t-paired test. Survival and FFR were assessed by Kaplan-Meier analysis. Results: 76 patients with a mean age of 72 years (range 60 to 84 years) and an average aneurysm diameter of 56 mm (range 48 to 100 mm) were evaluated. The average follow-up was 61 months (24 to 106 months). Eight type Ia endoleaks were detected (6 were treated, all endoluminally). The survival and FFR rate at 3, 5 and 8 years was 100%, 80.1% and 51.8%, and 98.6%, 96.8% and 84.6% respectively. All suprarenal and infrarenal aortic diameters expanded during follow-up. The mean increased was 4.7% for D1 (T0, 27.2 ± 3.6 mm at T1, 28.5 ± 3, 85 mm, p In the univariate analysis, type Ia endoleak was associated with the value of D5, a proximal neck less than 10 mm in length, thrombosis of more than 50% of the proximal neck circumference. In the multivariate study, the latter two, the thrombus and the neck greater than 30 mm, were predictors of long-term type Ia endoleak. Conclusion: the study allowed us to detect a subpopulation of patients with a higher incidence of type endoleak than, at the time of surgery, thrombi in more than 50% of the circumference of the proximal neck and an aortic diameter at the level of D5 greater than or equal to 30 mm. On the other hand, if the enlargement of the proximal neck after endovascular treatment is universal, it has clinical-surgical importance, especially in patients with an initial diameter of 30 mm or more. This characteristic, associated with its evolution, should justify the performance of an alternative treatment that prevents the production of long-term proximal endoleaks.