El artículo tiene por finalidad mostrar la vigencia y plantearse nuevas lecturas y perspectivas sobre el fenómeno de la alienación en el ser humano, partiendo desde la posición del hombre como especie humana en la naturaleza y la sociedad donde vive. En cuanto a la novedad que tiene preocuparnos por ello, podríamos decir que la antropología se ocupa del tema, pero ello sería, a mi consideración, limitar el problema a un campo en que no solo se manifiesta la alienación. Se requiere más bien diversificar los ámbitos donde está inmerso el tema a tratar, desde el enfoque de la filosofía como eje totalizador de las experiencias y conocimientos humanos. Por ello, es necesario recurrir a los clásicos que han abordado el asunto, las investigaciones que se han hecho y los debates que va a generar el término alienación en la filosofía política contemporánea. ¿Es posible hablar del tema en las sociedades actuales? ¿Qué profundidad y relevancia debe tener en el hombre? Mi criterio de investigación y el análisis que desarrollo acerca de la discusión ontológica, política, ideológica y humana, sobre la concepción que trato de sustentar, se refiere a la vigencia del sentido de alienación, que está comprometida con el ser genérico del hombre, con su historia y su liberación. La posibilidad de plantearse nuevamente este problema es lo que me interesa, buscar la autorrealización, superación y emancipación del ser humano, como sujeto precario, débil y ser emergente en constante creación, desarrollo y afirmación de su género. Es el hombre el que construye, crea y forja su destino, su desarrollo material y espiritual. Pero este ha sido alienado, enajenado y sometido por las sociedades donde existe la división del trabajo y la propiedad privada de los medios de producción. Es ahí donde se asume el reto de volver a la teoría de la praxis de la revolución.