El presente trabajo se configura a través de la confluencia de tres ejes fundamentales, todos ellos en consonancia con las características de la autora y relacionados entre sí. En primer lugar, cabe mencionar la idea de viaje, desplazamiento interior o exterior, en el que el viajero toma obligada consciencia de si mismo y enriquece su experiencia existencial, lo que en el ámbito del artista practicante se traduce normalmente en una serie de eclosiones y cambios que pueden llegar a alterar signos identitarios o su significante, tales como el uso de la luz, la forma o el color. En segundo término, y con un carácter plenamente emotivo, la significación apuntada alcanza una intensa importancia al ser referida al pintor Luigi Capece, abuelo materno de la autora, al que no llegaría a conocer personalmente y del que obtuvo enseñanzas implícitas a través de la observación de su variada y coherente obra pictórica, así como de su relación con el tiempo propio de su ejecución. La incorporación de este segundo aspecto se produce en el transcurso del desarrollo del trabajo, al percatarse de una suerte de relación con la investigación iniciada. Finalmente advertir que de las mencionadas confluencias surge la necesidad de desarrollar la propia experiencia artística, como una respuesta soñada cuyo estímulo coincide con el propio deseo de viajar, recoger en una suma las experiencias vividas y trasladarlas inevitablemente al proceso creativo en el que se halla sumida la autora. El tema del viaje es extenso e incluye un abanico policromo de metáforas y sugestiones, por lo que el presente trabajo está construido sobre una estructura ramificada, determinada por las aproximaciones realizadas desde distintos puntos de vista. El objetivo ha sido estudiar la relación viaje-arte y reflexionar sobre la experiencia del viaje desde el punto de vista del pintor, tras investigar en las obras de diversos artistas, para finalmente ofrecer la propia mirada proponiendo un acercamiento tanto desde la didáctica como a través de la práctica artística realizando distintos tipos de viajes. La estructura del trabajo se fundamenta sobre una parte teórica y una parte experimental. En la parte teórica, se contextualiza el tema del viaje, analizando la historia, las fases y los motivos que empujan a viajar y la figura del viajero. Para reflexionar sobre la relación entre viaje y arte, se considera la experiencia de diferentes artistas viajeros, en particular pintores del s. XIX y la primera mitad del s. XX. El viaje es importante en la trayectoria formativa y profesional de los artistas, propiciando cambios en la propia paleta de colores e introduciendo nuevas visiones de la luz. El sentido profundo de esta experiencia no es tanto la distancia, o ir a lugares exóticos, sino está en la renovación de la mirada, poniendo atención en los pequeños detalles. Se analiza con especial atención la obra del artista de Apulia (Italia) Luigi Capece quien solía recorrer los campos y el casco antiguo de su ciudad natal con pequeñas tabletas y pinturas al óleo para atrapar colores e imágenes en apuntes frescos y así contar historias. El suyo era un viaje al interior de los colores de su tierra. El estudio de este artista no sólo permite profundizar des de la proximidad la relación entre desplazamientos y obra, también ha permitido a la autora realizar un viaje más profundo hacia los orígenes para encontrar las motivaciones que han generado la presente tesis: se indaga en la historia que cada uno conserva en el inconsciente, una historia vivida hecha de memorias y afectos, y que posteriormente marca todas las elecciones que se puedan tomar. A continuación se diserta sobre una de las herramientas de trabajo de artistas y viajeros, el diario de viaje: instrumento para explicar el mundo en imágenes y palabras. El diario permite dar cuerpo a sensaciones fugaces destinadas a perderse, creando un dialogo fresco y espontaneo entre el artista y su experiencia de viaje, con una visión detallada y ralentizada de un ambiente. En la segunda parte se ponen en práctica los análisis y reflexiones que se extraen de los precedentes estudios. En ella se proponen miradas personales sobre el viaje, sea a través de la didáctica del arte sea mediante la práctica artística. Por lo que concierne a la didáctica, se adaptan los diarios gráficos a la programación de un ciclo formativo de grado superior en ilustración. Se concluye que son instrumentos útiles para la educación de la mirada permitiendo experimentación, equivocarse, favoreciendo la libertad de expresión, la espontaneidad y la observación del propio proceso de búsqueda personal. La parte de práctica artística se desarrolla a través de cuatro viajes simbólicos: hacia lo desconocido, por medio de los apuntes al natural tomados en los propios diarios; hacia el otro por medio de retratos al óleo de mujeres de diferentes culturas; hacia el alma representado a través de la cartografía de la propia alma, un trabajo que pasa de lo bidimensional de una libreta a lo tridimensional con una performance; y hacia la ausencia a través de fotografías de espacios vacíos y objetos que han pertenecido a los ausentes. El tema del viaje se ha convertido en un vehículo que ha permitido unir diversas cuestiones, todas ellas relacionadas entre si, y crear una propia pluralidad del lenguaje para discernir sobre sentimientos, como el amor, la ausencia. En definitiva, las experiencias vividas, el aprendizaje constante y el crecimiento personal han marcado el trayecto hasta el momento, no obstante el itinerario queda abierto dejando la posibilidad de emprender nuevos recorridos., Travelling is a very extensive subject. This thesis aims to focus on the relationship between travelling and art, not only from a historical point of view but also from other approaches that the experience of art can offer. The text is divided in two parts: Theory and Practice. In the theoretical part, the work of different artists has been analysed, with special emphasis on the period between the 19th and mid-20th century, when this kind of artistic experience was in vogue. Detailed study is done on the figure of Luigi Capece (grandfather of the author), who explored his homeland of Apulia in Italy making sketches in a travel log that he would later develop in his studio. For the author, this has been also a journey to the origin. The use of this tool, the travel log, is considered as the key to capture the atmosphere, light and flavour of a location. The practical part is also divided into two sections. Firstly, the author suggests the use of the travel log as a tool for art collage, to train the student to develop an individual view of his surroundings and to learn how to express this view. Secondly, the author relates a series of artistic experiences through four symbolic journeys: (1) towards the unknown, using travel logs, (2) towards the other, using a collection of oil portraits of women from different cultures, (3) towards the soul, which starts in a sketch book and ends in performance and (4) towards the absence, based on a collection of photographs taken at abandoned flats, where the details captured reveal much of their former owners. Travel is the train of thought that links experiences, continuous learning and personal growth. This is true of the travelling and research that has been done. But this field is always open to new itineraries., El present treball es configura a través de la confluència de tres eixos fonamentals, tots ells en consonància amb les característiques de l’autora i relacionats entre si. En primer lloc, cal esmentar la idea del viatge, desplaçament interior o exterior, en el qual el viatger pren obligada consciència de si mateix i enriqueix la seva experiència existencial, el que en l’àmbit de l’artista pràcticament es tradueix normalment en una sèrie d’eclosions i canvis que poden arribar a alterar signes identitaris o llur significant, així com els usos de la llum, la forma o el color. En segon terme, i amb un caràcter plenament emotiu, la significació apuntada assoleix una intensa importància al ser referida al pintor Luigi Capece, avi matern de l’autora, al que no va arribar a conèixer personalment i del qual va obtenir ensenyaments implícits a través de l’observació de la seva variada i coherent obra pictòrica, així com la de la seva relació amb els temps propis de la seva execució. La incorporació d’aquest segon aspecte es produeix en el transcurs del desenvolupament del treball, en adonar-se d’una sort de relació amb la investigació iniciada. Finalment advertir que de les mencionades confluències sorgeix la necessitat de desenvolupar la pròpia experiència artística, com una resposta somniada, l’estímul de la qual coincideix amb el propi desig de viatjar, agrupar en una suma les experiències viscudes i traslladar-les inevitablement al procés creatiu en el que es troba immersa l’autora. El tema del viatge és extens i inclou un ventall policrom de metàfores i suggestions, per això aquest treball està construït sobre una estructura ramificada, determinada per l’aproximació realitzada des de diferents punts de vista. L’objectiu ha estat estudiar la relació viatge-art i reflexionar sobre l’experiència del viatge des del punt de vista del pintor, a partir de la investigació en les obres de diversos artistes, per finalitzar oferint la pròpia mirada proposant un apropament, bé des de la didàctica, o per mitjà de la pràctica artística, amb la interpretació de diferents viatges possibles. L’estructura del treball es fonamenta sobre una part teòrica i una part experimental. En la part teòrica, es contextualitza el tema del viatge, s’analitza la història, les fases i els motius que empenyen a viatjar, així com la figura del viatger. Per tal de reflexionar sobre la relació entre viatge i art, es considera la experiència de diferents artistes viatgers, en particular pintors entre el XIX i la primera meitat del segle XX. El viatge es important en la trajectòria formativa i professional dels artistes, ha propiciat canvis en la pròpia paleta de colors i introduint noves visions de la llum. El sentit profund d’aquesta experiència no és tan la distància, ol anar a llocs exòtics, sinó que es troba en la mirada renovada, parant atenció als petits detalls. S’analitza amb especial atenció l’obra de l’artista de Apulia (Italia) Luigi Capece, qui acostumava a recórrer els camps i el casc antic de la seva ciutat natal amb tauletes i colors a l’oli, per tal d’atrapar tonalitats i imatges per mitjà d’apunts frescos, i d’aquesta manera narrar històries. El seu era un viatge a l’interior dels colors de la terra. L’estudi d’aquest artista no tan sols ha permès aprofundir des de la proximitat la relació entre desplaçament i obra, també ha permès a la autora realitzar un viatge més profund vers els orígens, per trobar-hi les motivacions que han generat aquesta tesi: s’indaga en la historia que cadascú conserva en l’inconscient, una història viscuda feta de memòria i afectes, i que marca totes les eleccions que es poden prendre. A continuació es disserta sobre una de les eines de treball d’artistes i viatgers, el diari de viatge: instrument que serveix per explicar el món per mitjà d’imatges i de paraules. El diari dóna cos a sensacions fugisseres i destinades a perdre’s, permet un diàleg fresc i espontani entre l’artista i la seva experiència de viatge, amb una visió detallada i pausada d’un ambient. A la segona part es posen en pràctica els anàlisis i reflexions que s’extrauen dels precedents estudis. En ella es proposen mirades personals sobre el viatge, per mitjà de la didàctica de l’art i la pràctica artística. Pel que fa a la didàctica, s’adapten els diaris gràfics a la programació d’un cicle formatiu de grau superior en il•lustració. Es conclou que són instruments útils per a l’educació de la mirada, per experimentar i equivocar-se, afavoreixen la llibertat d’expressió, l’espontaneïtat i l’observació del propi procés de recerca personal. La part de la pràctica artística es desenvolupa a través de quatre viatges simbòlics: vers el desconegut, per mitjà dels apunts al natural presos en els propis diaris; vers l’altre per mitjà de retrats a l’oli de dones de diferents cultures; vers l’ànima representat per la cartografia de la pròpia ànima, un treball que passa de l’espai bidimensional d’una llibreta a l’espai tridimensional mitjançant una performance; i vers l’absència per mitjà de fotografies d’espais buits i objectes que van pertànyer als absents. El tema del viatge s’ha convertit en un vehicle que ha permès unir diverses qüestions, totes relacionades entre elles, i crear una pròpia pluralitat del llenguatge per discernir sobre sentiments, com l’amor, l’absència. En definitiva, les experiències viscudes, l’aprenentatge constant i el creixement personal han marcat el trajecte fins al moment, no obstant l’itinerari queda obert i deixa la possibilitat d’emprendre nous recorreguts., Il presente lavoro si modella attraverso la confluenza di tre punti fondamentali, tutti in consonanza con le caratteristiche dell’autrice e in relazione tra loro. Prima di tutto, citare l’idea del viaggio, spostamento interiore o esteriore, in cui il viaggiatore prende obbligatoriamente coscienza di se stesso ed arricchisce la sua esperienza esistenziale. Nell’ambito della pratica dell’artista, tutto ció si traduce normalmente in una serie di rivelazioni e cambi che possono arrivare ad alterare segni identitari, come l’uso della luce o il colore. In secondo luogo, e con un carattere pienamente emotivo, il valore suddetto raggiunge un’intensa importanza poichè riferito al pittore Luigi Capece, nonno materno dell’autrice, che non riuscí a conoscere personalmente e dal quale ottenne insegnamenti impliciti attraverso l’osservazione della sua variegata e coerente opera pittorica, cosí come dalla relazione con il tempo proprio della sua esecuzione. L’incorporazione di questo secondo aspetto si realizza durante lo sviluppo del lavoro, al rendersi conto di una relazione con la ricerca iniziata. Per ultimo, avvertire che dalle suddette confluenze sorge la necessità di sviluppare la personale esperienza artistica, come una risposta sognata il cui stimolo coincide con il proprio desiderio di viaggiare, raccogliere insieme le esperienze vissute e trasportarle inevitabilmente al processo creativo in cui si trova immersa l’autrice. Il tema del viaggio è ampio e include un ventaglio policromo di metafore e suggerimenti, per cui il presente lavoro è costruito su una struttura ramificata determinata dagli approcci al tema da diversi punti di vista. L’obiettivo iniziale è stato quello di studiare la relazione viaggio-arte e riflettere sull’esperienza del viaggio dal punto di vista del pittore, dopo aver investigato nelle opere di diversi artisti, per alla fine offrire il proprio sguardo proponendo un approccio sia dal punto di vista della didattica sia attraverso la pratica artistica realizzando distinti tipi di viaggi. La struttura del lavoro si basa su una parte teorica e una sperimentale. In quella teorica, si contestualizza il tema del viaggio, con un’analisi della storia, le fasi, i motivi che spingono a viaggiare e la figura del viaggiatore. Per riflettere sulla relazione tra viaggio e arte, si considerano le esperienze di diversi artisti viaggiatori, in particolare pittori tra il XIX e la prima metà del XX secolo. Il viaggio è importante nella traiettoria formativa e professionale degli artisti, favorendo cambi nella tavolozza dei colori o introducendo una nuove visioni della luce. Il senso profondo di questa esperienza non è tanto la distanza, o andare in posti esotici, ma risiede in uno sguardo rinnovato sulla realtà, con attenzione ai piccoli dettagli.