El libro de minutas del escribano Gómez González recoge entre sus hojas numerosas cartas de obligación por préstamo consignadas entre 1448 y 1451 en la ciudad de Ávila. Los acreedores de muchas de estas cartas son cristianos, en algunos casos apóstatas recientes del judaísmo, mientras que los márgenes o encabezados que acompañan al registro aluden a judíos con los que, en ocasiones, mantienen lazos de parentesco. A través de esta casuística, se examinan las relaciones sociales entre judíos y cristianos como agentes del crédito, incidiendo en sus fundamentos, así como, en los mecanismos de traspasos de deuda y subrogación de la identidad del acreedor con relación a las pautas legales que regularon el mercado crediticio en la Castilla del siglo XV.