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Los estudios de Arquitectura tienen como espina dorsal la metodología activa del Aprendizaje Basado en Proyectos (ABP). “Aprender haciendo proyectos” entronca con la metodología que se está implementando en los entornos de aprendizaje de los ciclos de educación infantil y primaria, y que se aplica con menos frecuencia en la educación secundaria y universitaria. Los estudios de Arquitectura son un ejemplo paradigmático de cómo la formación se basa, precisamente, en asignaturas prácticas de taller donde se desarrollan proyectos que integran otras disciplinas como la construcción, el cálculo de estructuras, la historia o la representación, y que implican habilidades como el trabajo en grupo, la creatividad o el compromiso social. Estas asignaturas proyectuales de taller no tienen un símil en la educación secundaria, lo que provoca hipotéticamente una discontinuidad entre las notas de acceso a la universidad y las notas durante los estudios universitarios. Para demostrar dicha hipótesis, se realiza un estudio estadístico de dependencia lineal a partir del coeficiente de correlación de Pearson, a través del cual se analizan los datos de las calificaciones de varios miles de estudiantes de dos planes de estudio de la Escuela de Arquitectura de Barcelona (ETSAB): Plan 1994 y 2010. Este estudio concluye efectivamente ratificando la hipótesis inicial, que partía de la base de que no los mejores expedientes preuniversitarios son la población estudiantil con mejor rendimiento académico en las disciplinas proyectuales durante y al final de la carrera (Proyecto final de carrera). Estos datos permiten reflexionar sobre el currículum docente de los estudios de Arquitectura, la formulación de nuevos Planes de Estudios y la implementación de una orientación universitaria.