Los espacios periurbanos del área metropolitana de Santiago son el escenario de importantes transformaciones sociales, demográficas y territoriales, que se manifiestan en nuevas modalidades de ocupación del territorio rural. En este proceso de expansión de la metrópoli la función residencial es el principal motor de cambio. Tanto las viviendas en parcelas de agrado, individuales o agrupadas en condominio, como las soluciones habitacionales de carácter social, impulsadas por el Estado, contribuyen a dibujar la forma en que los asentamientos humanos se establecen en el territorio. A partir del estudio de las comunas de Pirque, Calera de Tango, Padre Hurtado y Lampa, se efectúa una lectura del nuevo diseño socio espacial que generan dichas agrupaciones residenciales.