Grassland birds are among the most imperiled groups of birds in North America. Conversion of native prairie to cropland and developed areas, rangeland deterioration, and fragmentation have contributed to precipitous losses in obligate grassland bird species. Since the mid-1800s, >80% of grassland ecosystems have been lost in North America. One species sensitive to the degradation of grassland types is the Upland Sandpiper (Bartramia longicauda), which can serve as an indicator species for prairie sustainability and has experienced a 4.5% decline in numbers in the eastern United States since 1966. We assessed scientific literature for the Upland Sandpiper from 1886 to 2022 to identify historical and potential future threats, describe breeding habitat limiting factors, and evaluate breeding habitat management strategies that can effectively conserve the Upland Sandpiper across the Great Plains region of North America. Using this data, we constructed a hierarchical model of Upland Sandpiper nest site preferences to better understand their habitat ecology and guide habitat management. Upland Sandpipers use short, mixed, and tallgrass prairie, jack pine (Pinus banksiana) barrens, cropland, peatlands, and alpine ridges for breeding. Historical land management practices in the Great Plains region of the United States have left once-suitable Upland Sandpiper habitat increasingly fragmented and often with unsuitable composition and/or structure for breeding. Prairie should be managed for a mosaic of vegetation heights by burning 20–30% of grassland area annually in March–April, or by grazing cattle year-round at 3.2–4.6 ha per animal unit. These conservation strategies should provide grassy vegetation 15–30 cm tall for nesting in May interspersed with patches of vegetation <10 cm tall for feeding and successful brood-rearing. Habitat management for the structural and compositional habitat requirements of Upland Sandpiper can benefit more than 90 grassland bird species. Las aves de pastizales son uno de los grupos de aves en mayor peligro de Norteamérica. El cambio de praderas nativas a áreas desarrolladas, degradación del ámbito hogareño y fragmentación han contribuido al declive precipitado de las especies de aves obligadas de pastizal. Desde mediados de los 1800s, se ha perdido >80% de los ecosistemas de pastizal en Norteamérica. Una especie sensible a la degradación de tipos de pastizales es el correlimo Bartramia longicauda, que sirve de especie indicadora de sustentabilidad de pradera y ha experimentado un declive de 4.5% en su número de individuos desde 1966. Hicimos una revisión de literatura acerca del correlimo Bartramia longicauda de 1886 a 2022 para identificar amenazas históricas y potenciales a futuro, describir factores que limiten el hábitat de reproducción y evaluar estrategias de manejo de hábitat reproductivo que pueden ser usadas para conservar efectivamente el correlimo Bartramia longicauda en la región de Grandes Praderas de Norteamérica. Usando estos datos, construimos un modelo jerárquico de preferencia de sitios de anidación del correlimo Bartramia longicauda para entender mejor su ecología de hábitat y asesorar el manejo de su hábitat. Los correlimos Bartramia longicauda usan para su reproducción pradera de pastos cortos, mixtos y altos, barrenos de pino de Banks (Pinus banksiana), campos de cultivo, turberas y crestas alpinas. Prácticas históricas de manejo de tierras en la región de Grandes Praderas de los Estados Unidos han convertido un hábitat que era favorable al correlimo Bartramia longicauda en un sitio cada vez más fragmentado y con una composición y/o una estructura muchas veces desfavorable para su reproducción. La pradera debería de ser manejada para ser un mosaico de alturas de vegetación, quemándo un 20–30% de área de pastizal anualmente en marzo-abril, o por introduciendo ganado rumiante todo el año en una proporción de 3.2–4.6 ha por unidad animal. Estas estrategias de conservación deberían proveer vegetación herbácea de 15–30 cm de altura para anidación en mayo entremezclada con parches de vegetación de <10 cm de altura para alimentación y crianza exitosa de las puestas. El manejo de hábitat para cumplir con requisitos de estructura y composición de hábitat requerido por el correlimo Bartramia longicauda podría beneficiar a más de 90 especies de aves de pastizal. Palabras clave: conservación de aves de pastizal, especies indicadoras, forrajeo, manejo de hábitat, Programa de Conservación de Reservas, sobrevivencia diaria de nidos. [ABSTRACT FROM AUTHOR]