A SANTIFICAÇÃO DAS HORAS ASSINALADAS PELO REBOAR DOS SINOS UNIDO AO RESSOAR DO ÓRGÃO E DO CANTAR DOS MONGES.

EL CANTO GREGORIANO HA SIDO UNA CONSTANTE EN EL MONASTERIO DE SAN BENITO DE RIO DE JANEIRO, DESDE LA FUNDACIÓN DEL CENOBIO, A FINALES DEL SIGLO XVI HASTA LOS PRIMEROS AÑOS DEL SIGLO XXI. NO OBSTANTE SE TRATA DE UN ESTILO DE MÚSICA QUE AL PRINCIPIO DEBÍA EJECUTARSE A LA CAPILLA, TAL MANERA DE CANTAR ESTÁ ÍNTIMAMENTE VINCULADA A DOS ELEMENTOS MUSICALES: LA CAMPANA Y EL ÓRGANO DE TUBOS. PARA UNA MEJOR COMPRENSIÓN DE ESE ESTILO MUSICAL EJECUTADO EN SU DEBIDO TIEMPO Y ESPACIO, ES PRECISO CONTEXTUALIZARLO EN SU TRAYECTORIA HISTÓRICA, SIN OLVIDAR SU FUNDAMENTACIÓN BÍBLICA Y MITOLÓGICA. EL CANTO SACRO ES CONSIDERADO COMO PARTE INTEGRANTE DEL OFICIO DIVINO. ESTE, A SU VEZ, TIENE POR FINALIDAD ALABAR A DIOS Y, SIMULTÁNEAMENTE, A SANTIFICAR LAS HORAS DE LO QUE HOY SE ENTIENDE COMO DÍA. PARA TAL, ESE ESTILO DE CANTO SACRO CUENTA CON LA PARTICIPACIÓN DE DOS INSTRUMENTOS MUSICALES: LAS CAMPANAS QUE SEÑALAN LAS HORAS LITÚRGICAS E INVITA A LOS FIELES A LA ORACIÓN; Y EL ÓRGANO DE TUBOS QUE SOSTENIENDO LAS VOCES DE AQUELLOS QUE CANTAN EN EL CORO, AYUDA A ELEVAR SUS ORACIONES A LA PRESENCIA DEL CREADOR DE TODA SINFONÍA. [ABSTRACT FROM AUTHOR]