Ciudades empáticas - una relación equilibrada entre individuo, artificio y paisaje

El presente trabajo surge a partir de la reflexión acerca de la relación que tienen las personas con su entorno natural. Esta reflexión se trasladó luego a los barrios periféricos de origen popular, caracterizados por su cercanía o límites geográficos demarcados por ríos, humedales o bosques. Donde sus habitantes, a pesar de contar con estos recursos, que para otras comunidades serian lugares de gran valor y cuidado, para la mayoría de los habitantes de estos sectores periféricos, son solo espacios mal utilizados o desaprovechados. Dentro de estos sectores, donde predomina la vivienda de autoconstrucción, y no se cuente con inversión del estado que se traduzca en parques o equipamientos, se hace necesaria una intervención que propenda por la recuperación y cuidado de los recursos medioambientales más cercanos, así como también la generación de espacios dispuestos para la cohesión social y el desarrollo integral de sus habitantes. De esta manera, se busca promover también un cambio en el pensamiento de las personas, generando una cultura de cuidado hacia el medio ambiente y utilización de los recursos naturales; así como también la participación y gestión ciudadana en pro del desarrollo de estos proyectos para un bienestar colectivo. Es así como Ciudades Empáticas surge como un proyecto que permite incorporar el pensamiento y la voz de una comunidad, a una propuesta de diseño, para que a través de la arquitectura se generen proyectos que traduzcan el sentir y la necesidad reales de una comunidad, volviendo al arquitecto un enlace entre el individuo, el artificio y el paisaje. Este proyecto busca generar ciudades para, y pensadas por la gente, permitiendo a partir de sueños y utopías propuestas por la comunidad, desarrollar modelos de planificación y propuestas arquitectónicas, factibles a través de la gestión comunitaria.