La Humanidad está en un momento crucial en la toma de decisiones ante la crisis ambiental producida por el ser humano, así como por el inminente cambio climático al que se debe enfrentar y adaptar. Costa Rica tiene el reto de implementar un modelo de sostenibilidad en el que el aporte individual es decisivo para lograr un cambio en el objeto del deseo personal y en el que la educación juega un papel fundamental, ya que se debe educar con conciencia planetaria por medio de ricas experiencias. La sociedad debe interiorizar que la conservación de la biodiversidad es primordial, al influir directamente en la calidad de vida de los individuos, tanto en aspectos materiales, intelectuales como espirituales. Aún es posible cambiar de trayectoria, si por medio de la educación se promueve cambios de conducta en la sociedad, que favorezcan una relación armoniosa con la naturaleza para un desarrollo humano sostenible. Conscientes de que una nueva Costa Rica requiere de cambios de estructuras, que inicia por las mentales, el Sistema Nacional de Áreas de Conservación (SINAC), órgano desconcentrado del Ministerio del Ambiente y Energía (MINAE), (Ley de Biodiversidad Núm. 7788, 2008), se propone fomentar valores que faciliten el logro de un ambiente sano y ecológicamente equilibrado, mediante relaciones más equitativas y justas, entre especies vivientes y grupos humanos. Así es como mediante la Estrategia Nacional de Educación Ambiental 2005-2010, el SINAC orienta el desarrollo de programas de educación ambiental en el nivel nacional, con enfoque sistémico, los cuales son particularizados en el ámbito regional, según las características biofísicas, sociales, políticas y culturales de cada una de las áreas de conservación. El Área de Conservación Guanacaste (ACG), en el año 1986, decidió cambiar las armas por pizarras, marcadores y aulas naturales, para bioalfabetizar mediante experiencias, en una biblioteca natural, por ello, desde hace 28 años, 53 centros educativos, vecinos del ACG, participan en el Programa de Educación Biológica (PEB). El PEB bioalfabetiza a niños y niñas, maestros y padres de familia de las comunidades aledañas a las áreas silvestres protegidas que conforman el ACG. Bioalfabetización es un aprendizaje para la vida, con una metodología verde, donde los aprendientes tienen la oportunidad de vivenciar los conocimientos y crear nuevos, al utilizar los procesos que se dan en la naturaleza, ya que al usar los componentes de la biodiversidad que nos rodea, se promueve una gran diversidad de actividades, para darle el seguimiento, rigor y aprendizaje, con el fin que la permanencia y conciencia ambiental que se persigue, sea adquirido por los niños, niñas, jóvenes y adultos. Las actividades de mediación, caminatas y dinámicas de las giras de estudio son cuidadosamente planificadas, estructuradas y descritas en un plan de contenidos, tomando en cuenta el temario del currículum escolar, para cada visita que reciben los escolares durante los tres años que permanecen en el Programa de Educación Biológica. Mediante estas actividades, se induce al estudiante hacia la observación y discusión de un mundo verde, en el cual pueden descubrir muchos secretos, que les ayudarán a comprender y valorar la biodiversidad. Por medio de esta iniciativa, se busca articular los procesos educativos en cualquiera de los niveles, para que se genere la bioalfabetización como estrategia para construir conocimientos y ponerlos en práctica en los escenarios de donde provienen los protagonistas. Por ello, se plantea una propuesta educativa con una serie de acciones, donde el eje transversal ambiental, más que un contenido, sea una praxis dinámica, llena de vida para los aprendientes. Society must internalize that biodiversity conservation is paramount to directly influence the quality of life of individuals, both material, intellectual and spiritual. Education with its contribution plays a key role because it promotes behavioral changes in society that make for a harmonious relationship with nature for achieving sustainable human development. The Guanacaste Conservation Area (ACG), in 1986, decided to exchange weapons for whiteboards, markers and natural classroom for bioliteracy through experiences in a nature library, therefore, since 28 years, neighbors to the ACG, participate in the Program of Biological Education (PEB). The PEB bioliteracy to children, teachers and parents from the communities surrounding the protected areas that conform the ACG. Bioliteracy is a learning for life, with a green approach, where learners have the opportunity to experience the knowledge, create new and put them into practice, using as reference the processes that occur in nature. Therefore, an educational proposal arise with a series of actions, where the transverse axis environment, rather than content, should be a dynamic praxis, full of life for learners.