El fenómeno migratorio de España a América ha sido clave para la evolución histórica de ambos territorios, provocando importantes cambios sociales, económicos, demográficos, políticos y culturales, en las dos orillas del Atlántico. Esta tesis doctoral analiza este proceso a lo largo del siglo XVII, contribuyendo así a llenar un hueco temporal aún no tratador y prestando especial atención al colectivo femenino para hacer visible su participación Para su realización se han empleado tres grupos de fuentes documentales: las licencias de embarque a Indias permiso indispensable para poder pasar de forma legal a Ultramar- custodiadas en el Archivo General de Indias de Sevilla, la correspondencia privada inserta en ellas y, por último, los expedientes de procesos inquisitoriales iniciados por el Santo Oficio Novohispano, ubicados en el Archivo General de la Nación de México; estos últimos con la finalidad de localizar a emigrantes españolas ya establecidas en el continente. Hemos recurrido al empleo de una metodología doble, cuantitativa y cualitativa, que nos ha permitido acceder no solo a la evolución de las migraciones en cifras sino también al lado más humano de estos movimientos poblacionales. Con este trabajo ha quedado constatado el importante número de desplazamientos que tuvo lugar a lo largo del Seiscientos, al haber contabilizado 39.897 emigrantes (33,20% respecto a todo el periodo colonial), especialmente durante las tres primeras décadas, alcanzando cifras nunca experimentadas con anterioridad. Los datos reflejan que la coyuntura de crisis experimentada en la mayoría de las áreas españolas, en contraposición al desarrollo de las colonias americanas, actuó como factor de expulsión. Asimismo, los cambios habidos en las relaciones y el tráfico comercial entre ambos continentes también tuvieron repercusiones en el caudal migratorio. Entre los capítulos tratados, hemos dado importancia al origen de los emigrantes. Estos fueron mayoritariamente andaluces, seguidos de extremeños, como venía ocurriendo en los siglos precedentes, y los destinos mayoritarios continuaron siendo Nueva España y Perú. Nos ha interesado, también, conocer el carácter colectivo de esta emigración; así sabemos que entre los años 1600-1630, la emigración tuvo un importante rasgo familiar: resultado de ello fue el traslado de gran cantidad de mujeres; en efecto, una cuarta parte del total de los emigrados en el siglo XVII fueron de sexo femenino, siendo su papel fundamental en las colonias americanas: destacó la presencia de solteras, debido al significativo número de hijas que viajaron junto a sus padres, así como de nodrizas y criadas. El estudio cualitativo nos ha permitido conocer en profundidad las motivaciones femeninas para partir, así como los temores experimentados por quienes se arriesgaron a afrontar tamaña aventura, temores superados, en la mayoría de ocasiones, gracias a la intervención y ayuda de familiares o conocidos establecidos previamente en Indias. Sin dejar de lado motivos particulares, las mujeres que se decidieron a atravesar el Atlántico lo hicieron por necesitar encarecidamente mejorar su situación -el amplio mercado matrimonial habido en los territorios americanos les facilitaba conseguir dicho fin-, solventar determinados problemas o reencontrarse con personas ya instaladas allí. Sin embargo, aunque América les ofrecía un escenario donde alcanzar determinados sueños, ha quedado visibilizado que no todas las desplazadas gozaron de la misma for-tuna, viéndose involucradas en complejas circunstancias. Claro ejemplo de ello fue el número de procesadas por la Inquisición en Nueva España. En su conjunto, no obstante, hemos podido apreciar que estas mujeres cambiaron radicalmente el rumbo de sus vidas; que muchas consiguieron mejorar significativamente sus realidades, mejorando sus situaciones y, a veces, experimentando mayores libertades que sus contemporáneas peninsulares., The migration phenomenon from Spain to America has been key for the historical evolution of both territories, implying important social, economic, demographic, political and cultural changes, in both Atlantic shores. This PhD analyses this process throughout the 17th century, contributing to fulfil a time space unexplored, and paying special attention to women in order to make their part visible. In order to do that, three groups of sources have been used: India boarding licences — an essential permit to be able to cross legally to Ultramar — watched over at the General Archive of the Indies, Seville, the private correspondence attached to them, and, finally, the process inquisitorial records initiated by the Novohispanic Holy Office, located in the General Archive of Mexico; the latter with the aim of locating Spanish emigrants settled in the continent. We have used a quantitative and qualitative double methodology, that has allowed us access to not only to the evolution of migrations in numbers, but also to the most human side of these populational movements. With this project, it has been confirmed the significant number of journeys that took place throughout the 600s, since it has been counted 39,897 emigrants (33.20% in the whole colonial period), specially during the first three decades, achieving numbers never experienced before. Data reflects that the situation of crisis experienced in most of the Spanish territory, contrary to the American colonies' development, acted as a factor of expulsion. Besides, the changes in the relationships and the commercial traffic between both continents had an impact in the migratory volume. Among the chapters treated, we have given more importance to the origin of the emigrants. These were mainly Andalusian and from Extremadura, as it had also been happening in the precious centuries, and the destinations were mostly New Spain and Peru. We have also been interested in knowing the collective character of this emigration; so we know that between 1600 and 1630, emigration had an imporcant family feature, resulting in the move of a great number of women; indeed, a quarter of the total emigrants in the 17th century was women, having an essential role in the American colonies. There were numerous single women, due to the number of daughters that travelled along with their parents, as well as nursemaids and maids. The qualitative study has allowed us to deeply know the female motivations to move, as well as the fears experienced by those who risked themselves in that adventure, most of them overcome thank to the intervention and help from the families and acquaintances previously settled in Indies. Without leaving aside the particular reasons, the women who decided to go across the Atlantic Ocean had to do it because they needed to improve their situation — the huge matrimonial market in the American territories enable them to improve it -, solve some problems or meet again with people already settled there. However, although America offered them a place where they could achieve their dreams, it has been proven that not all the women who went there were that lucky, since they found themselves involved in difficult situations. A clear example is the number of women who were prosecuted because of the Inquisition in the New Spain.